En los años setenta Rafael solano se encontraba en pleno apogeo de popularidad.
Solano venía de haber creado el éxito ‘Por Amor”, de haber rescatado la mangulina con “Manolao” que cantaba Vinicio Franco, y de haber creado el bolemengue con “Dominicanita”.
Siendo así, su orquesta era una de las más reclamadas para amenizar bailes y actividades sociales.
En una ocasión en que tocaba en el teatro Agua y Luz, en el momento en que terminó un set y se disponía a salir del escenario para ir a la parte trasera (back stage) donde estaban los músicos, se le acercó un señor que de manera encarecida le dijo.
-Maestro Solano, mi esposa es una gran admiradora suya. Ella está conmigo aquí, porque le estamos celebrando su cumpleaños. Su gran deseo era que se lo celebraran donde estuviera tocando la orquesta suya.
-Ay que bueno, pues dígame su nombre para saludarla y felicitarla en el próximo set- dijo Solano.
-Mire, algo mejor que eso. Usted me haría un gran favor si viene hasta mi mesa a saludarla. Sería el mejor regalo, porque ella es loca con usted.
Ante esa petición tan vehemente, Solano, uno de los músicos más atentos y decentes, accedió a ir a la mesa.
La señora dio un brinco de alegría al verlo, y despues de abrasar al músico con mucho cariño, el esposo le sirvió un trago a Solano y le pidió que se quedara con ellos un rato en la mesa.
Solano accedió, tomó del trago que le habían servido, y no bien lo había tragado cuando escuchó la voz del esposo que le decía a su mujer para que todo el mundo lo oyera:
-Míralo ahí. Tu no querías verlo y tenerlo de cerca?. Míralo ahí, cómetelo... Que yo no sé qué es lo que tú le ves al hombrecito ese?. Te lo traje ahí, cómetelo “ripiao” como dice el merengue, a ver si me dejas tranquilo y no fuñes más con este trapo e’ viejo.!
A Solano “lo subieron y lo bajaron” al mismo tiempo, asombrado y avergonzado por la situación embarazosa y el trance en que lo habían puesto el tipo
No le costó más remedio que pedir un “permiso” y salir “solapado”por la derecha con todo el mundo mirándolo.
Esa ocurrencia, que contó el mismo Solano, es la mejor demostración de lo difícil que es a veces lidiar con el público, donde hay tantos tipos celosos, envidiosos, mediocres, que cuando van a un “show”se la pasan luciéndosela y conspirando contra el artista que está en el escenario. sobre todo si su novia o esposa se excede en su fanatismo, como suele suceder.
Asi también hay unos necios que están sentados en una mesa y que se toman el atrevimiento de llamarlo a usted para que vaya hacia ellos, cuando son ellos los que en todo caso deberían ir a la suya.
Lo hacen para darse la “pompa” de que tienen influencia sobre el artista o la figura pública que está en el lugar, cuando en realidad usted no los conoce.
Por eso es que hay artistas, a los que califican de “aceitosos”, que andan con su seguridad para evitar incidentes y problemas con algunos tipos, más si están bebiendo, porque ahí si es difícil.
Si no lo creen así, que le pregunten al moreno que hala por la correa a Luis Miguel por detrás cuando está cantando en un espectáculo multitudinario.
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NIURKA BAEZ,
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