domingo, 13 de enero de 2008

El Fetichista

En el plano íntimo las figuras del arte suelen tener aficiones y preferencias insospechadas para el común de la gente y que son parte de un tabú que viene a ser el espejo roto en el que nadie quiere mirarse.
Es mejor apuntar y mirar para otro lado...
Sobre todo en un país como el nuestro en que los famosos asumen como una violación a su privacida cualquier intento de conocer detalles de todo aquello que bulle detrás de las apariencias.
Para nosotros, sin embargo, no hay obstáculos que nos impida hacer uso del escalpelo para acercanos un poco más a ese mundo nebuloso que los artistas tratan de ocultar.
La preferencia, por ejemplo, de un Wilfrido Vargas por los “cuadros”, no precisamente aquellos de exposiciones y de galerías de pintores, y que en gran medida le costaron el escándalo aquel con Winston Paulino, que hasta estuvo en los tribunales.
La candidez de un Juan Luis Guerra, que con todo el talento que posee ha demostrado ser un artista incapaz de “pegar cuernos”, porque dondequiera deja direcciones, y apuntes en papelitos minuciosamente revisados por su esposa Nora, quien como se sabe no es un “fly al catcher”.
De Johnny Ventura y sus “peleas en pareja” , de lo cual puede hablar el amigo Francis Moya que tiene experiencia de sus “one two” en andanzas con él en Miami en los hoteles del South Beach o los famosos apartamentos de Haileah.
Alex Bueno y su preferencia por las señoras “pasado meridiano”, como buen seguidor y admirador de El Mayimbe Fernando Villalona, un artista que “no respeta horario ni fecha en el calendario”.
Rafa Rosario en sus andanzas con una jovencita parecida a él, que en todas partes se hacía pasar como hija suya, hasta que lo vieron entrando con ella como la “honda del diablo” en uno de esos reservorios de la entrada de San Isidro.
Ni que decir de Anthony Rios, un artista que “come de todo”, lo que le ha provocado exceso de equipaje corporal y familiar.
De las abstinencias de Eddy Herrera, el más “papito”
de todos los merengueros, se beneficia su hermano Evelio, quien de manera permanente opera como un policía de tránsito con todas las chicas admiradoras del artista.
Sin embargo, de todas las figuras del arte, la más enigmática en su plano íntimo es el empresario fetichista.
Posee una colección de prendas íntimas de figuras femeninas del arte y de la comunicación las cuales suele mostrar con orgullo a sus amigos más cercanos.
El tipo posee en su colección panties de Georgina Duluc, brasieres de Luz García, unas pantaletas de la diva Milagros Germán, unas medias panties de Tania Báez, y otros objetos personales de Charmín Díaz, Venya Carolina y demás megadivas.
Que cómo las obtuvo el fetichista? . Bueno, para un enfermo sexual no hay barreras.
Sin embargo, no piensen que el fetichista ha convivido con todas esas mujeres de las cuales tiene esos “recuerditos”, pues según se sabe, muchas de esas prendas han sido robadas o compradas a empleadas de servicio de sus hogares, la gente más vulnerable de cualquier entorno, sobre todo cuando hay dinero de por medio.
Poseer prendas íntimas de las mujeres más deseadas del arte y de la comunicación es el fetiche de ese amigo, que solo consigue llegar al éxtasis besando y abrazando su colección de sostenes y braguitas.






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NIURKA BAEZ,
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