domingo, 13 de enero de 2008

El Toro Cocinero

A propósito de la difícil situación económica en que dice haber quedado El Toro Gerardo Díaz, se me ocurre recordar que entre sus grandes habilidades está la de ser un tremendo cocinero, pues domina técnicas de cocina que no todo el mundo tiene.
Sobre todo en el uso de los sazones, algo en lo cual es proverbial, pues detesta las denominadas “sopitas” y los ingredientes artificiales de la modernidad.
Lo suyo es el ajo machacado, el orégano, los ajíes gustosos, el cilantríco, la bija, el recaíto, las verduras, la pimienta, el cebollín y todos los demás ingredientes naturales de la época de nuestras abuelas.
Con todo eso hace unos sancochos mortales por necesidad, en los cuales tiene el cuidado de no mezclar los víveres y la carne, sino al final.
La textura de sus caldos, el sabor, es algo realmente incomparable, digno de participar en cualquier festival gastronómico.
Hay gente, sin embargo, que rehuye invitar a comer al Toro a su casa.
La razón?. Cuando está comiendo en casa ajena o en cualquier restaurante, se la pasa criticando todos los sazones artificiales que con su paladar va detectando en la comida que está ingiriendo.
Y lo hace de una manera necia...
Lo ha hecho en el restaurant de Margot en Nueva York, en Adrian Tropical, y en algunos hogares que no vamos a mencionar para mantener la confidencialidad en la discreción.
Hay gente que en verdad se molesta cuando en vez de elogios recibe críticas de sus comidas, ya que no todo el mundo con la prisa de estos tiempos puede prescindir de los ingredientes artificiales.
Después de todo, lo que mejor pudiera hacer el Toro es montar un buen restaurant de comida típica.
Talvez le vaya mejor ahí que con la música, que en los últimos tiempos le ha dejado tantas pérdidas.

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