Pónganse En Su Tinta!

En las asambleas de evaluaciones de los premios Casandra se hacen diversas ponencias y sugerencias sobre el trabajo que ha hecho cada quien, con miras a la asamblea de nominaciones, que es la que está fijada para el día 14 del corriente mes.

Son simples reuniones de evaluación, de acopio de datos para la asamblea, que es la que en definitiva adopta decisiones en torno a qué y quienes merecen o no ser nominados.

Es curioso como alguna gente se dedica a especular y falsear el procedimiento de las reuniones que se han hecho, sacando conclusiones que no se corresponden con los hechos.
No es cierto que se excluyera de nominación el tema “Me Voy” de Héctor Acosta, por el hecho de que antes de la versión en bachata, su compositor Antony Romeo Santos lo había grabado como merengue típico.

Si bien es cierto que en los reglamentos de los premios Casandra se establece que un tema para ser nominado debe ser original y no adaptado, la misma se aplica para aquellos cuya autoría corresponde a un extranjero.

Es absurdo pensar que los compositores escriben sus temas asignándoles géneros específicos invariables, pues aunque así fuera, cuando un cantante se decide por una composición, si el autor lo concibió como balada, puede que el intérpete decida grabarla como merengue, bachata o salsa.

El mejor ejemplo lo vemos en los cantantes que en los últimos tiempos hacen variaciones de sus éxitos, grabándoles en versión pop, bachata, baladas o discotec que incluyen en el mismo disco.

También sería un absurdo pretender penalizar a un tema éxito del año porque primero lo grabaron en merengue y luego en bachata, porque hay precedentes de premiaciones pasadas donde el premio al Merengue del Año se lo han dado a composiciones que anteriormente fueron hechos en bachata.

Ahí está por ejemplo”Pegame Tu Vicio”, con Eddy Herrera, que primeramente fue grabado en bachata por Anthony Santos.

Y si seguimos buscando en todo el historial musical de El Casandra, habría que desmontar todo lo que se ha hecho.

Así que los teóricos y neófitos que comienzan a crear confusión sobre el proceso de premiación deberían “ponerse en su tinta”, como dice Severo Rivera.