La Quinta Pata

Son muchas las figuras de la arte que han alcanzado fama y fortuna, pero que en el pasado cogieron bien su “hoya”.
Como siempre andamos escudriñando, y buscándole “la quinta al gato”, aquí les vamos con una lista de profesiones y trabajos olvidados por la gente famosa del medio.
Más que nada debe servir a las nuevas generaciones, para que vean que cuando se quiere se puede.
Carlos T. Martínez era boxeador, Mundito Espianal era luchador, Freddy Beras Goico fue albañil en Brasil, Yaqui Núnez hacia radio en Santiago y luego fue cronista de arte, pues escribía la columna Arte Popular en El Nacional.
Carlos Batista era sastre, Domingo Bautista mensajero interno en Impuesto sobre la Renta, Juan TH era carpintero.
Jochy Santos en la empresa naviera de Tito Mella.
Gerardo Díaz (El toro) era locutor musical en radio. Fernandito Villalona, aunque surgió al arte desde niño en el Festival de la Voz, tuvo que trabajar ordeñando las vacas de su papá en Loma de Cabrera, lo cual quiere decir que cogió su “pela en otro oficio”.
Toño Rosario trabajó albañilería y fue de los obreros que laboró en el anfiteatro de Altos de Chavón.
Francis Moya tocaba en un combo en La Vega, y le apodaban “Cecero”.

Rafael Corporán fue limpiabotas, Tito Campusano era policía en el destacamento de Villa Francisca, frente al parque Julia (hoy Enriquillo).
Niní Caffaro fue por mucho tiempo administrador de Malariología.
Jorge Taveras y Dioni Fernández en su juventud estaban en otra onda: Eran rockeros.
Vickiana en Santiago era costurera.
Wilfrido Vargas en Altamira era cartero.
Aníbal Bravo era pelotero en Las Matas de Farfán y Waso Brazoban pertenecía a los Gigantes de San Francisco.
Sergio Hernandez luchaba enmascarado para esconder su verdadera identidad.
Olga Lara era secretaria de una financiera ubicada en la Arzobispo Meriño.
Anthony Rios era locutor en El Seibo; Cuquín Victoria ingeniero. José Augusto Thomén locutor en Radio Santiago.
Anaís trabajó como modelo porno. Pequi Romero era alguacil en San Cristobal.
Nelson Estévez de Juan y Nelson Récoirds lavaba platos en un restaurant de Nueva York.
Bienvenido Rodríguez vendía discos a los buhoneros de la Duarte, cargando una caja bajo las directrices de Blas Durán.
Juan Luis Guerra se la buscaba como músico de estudio, tocándo la guitarra en las grabaciones de “villega y to’ el que llega”.
Guillermo Henríquez hijo tuvo que vender jugos y golosinas en su natal Cuba, antes de salir para Repüblica Dominica.
El haitiano Fran Dugué antes de ser productor de televisión era cantante. Pegó “Dímelo Cariño”.
El comediante Héctor Sierra era el encargado de cargar el grueso cable que anteriormente usaban las cámaras a blanco y negro de Radiotelevisión Dominicana.
Para hacer un dolling o un paneo, el camarógrafo tenía que ser asistido por un ayudante. En esa época a Sierra le decían “vizcayita”, pues cuando no estaba en el canal, lo podían encontrar en el restaurant Vizcaya.
Prometemos volver con más profesiones y trabajos ya olvidados de los famosos.