EL DESCONTROL DE UN CABALLERO

Hay algo que no se ha dicho del “tour” de Semana Santa organizado por Luis Medrano a la región Sur del país.
En el grupo andaban los comunicadores Reyes Guzmán, José Francisco Arias, Francis Moya, Luis Heríquez, Jumelles, Wilson Sued y Joseph Cáceres, además de unas chicas de Santiago, Bonao y Enriquillo.
En el hotel Larimar de Barahona, donde estaban alojados, ofrecen un servicio de masaje de “relax” a los huéspedes, similares a los que se dan en otros establecimientos turísticos del país.
Algunos del grupo aprovecharon para darse su “masajito” para botar el “stress”.
Pero, uno de los que pagaron por el relajante servicio tal parece que se emocionó demasiado con las manos de la mujer que le practicaba el masaje.
El tipo perdió la compostura debido a una excitación que no pudo controlar y quiso “atenazar” a la masajista, quien ni tonta ni perezosa emprendió la huida de la carpa donde estaba dándole el servicio al cliente.
El amigo se quedó como “perico en la estaca”, con el agravante de que luego quería que le devolvieran su dinero porque le dieron un “masaje a medias”.
Alguien debería decirle que esos masajes “completos” los dan en otros lugares.
Lo grande es que la masajista terminó contándonos la ocurrencia y diciéndonos: “Como usted es un hombre serio, que siempre lo veo en televisión, le voy a decir algo de un amigo suyo. No para que lo diga, sino para que usted vea como la gente se confunde con el trabajo de uno”.
Oh!, pero que inquieto es ése caballero...Ni que se hubiera bebido una Viagra.
Ahora se explica por qué las chicas que viajaban con el grupo le andaban de lejito a ese señor.