El cantante y músico Cuco Valoy llegó al país para recibir un reconocimiento del Banco de Reservas declarándolo Reserva Musical del país.Una bien merecida distinción...
Pero “El Brujo”, como fue bautizado en los setenta el artista, tiene también su anécdota, que de seguro siempre habrá de recordar cuando llega al país y penetra a la terminal del aeropuerto Las Américas.
Y es que en una ocasión en que regresó al país luego de una gira por Colombia, vivió una experiencia muy desagradable, aunque ahora uno se la encuentre muy simpática.
Cuando la maleta de Cuco pasaba por la inspección de los perros entrenados para detectar drogas nartóticas, uno de ellos se avalanzó sobre la misma y comenzó a ladrar y a morderla.
Los agentes dieron por un hecho que en esa maleta habia algo. Sobre todo porque se trataba de un vuelo que venía de Colombia.
Para determinar quién era el dueño dejaron que la misma siguiera su curso normal por la correa que conduce el equipaje a la sección de aduanas de la terminal.
Grande fue su sorpresa cuando vieron que Cuco Valoy era quien la retiraba de la correa.
De inmediato se lo llevaron con todo y equipaje a un cuarto de inspección y de registro.
Cuco se manifestó extrañado, pues no sabía lo que estaba sucediendo, pero no se opuso a la requisa.
Los agentes procedieron en su presencia a abrir la maleta creyendo que habían dado tremendo palo, pues esos perros que olfatean estupefacientes no fallan.
Pero, ¡oh sorpresa!. Lo que Cuco traía en la maleta y que provocó la acción del perro no era otra cosa que un salamí.
De más está decir que le pidieron todo tipo de excusas quien de todas maneras no dejó de expresar su molestia por la confusión que había provocado el perro hambriento.
Hidratante
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