Qué Pastora!

Los organizadores y dueños de bailes y espectáculos tienen a Frantoni Santana como un azote desde que asumió la presidencia de la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores de Música.
Amparado en la Ley sobre derechos de autor se ha dedicado a cobrar, hasta en forma compulsiva, los derechos de autor que deben pagar todos los que comercializan con la música.
Hay gente que se resiste y hasta se niega a hacer el pago a los inspectores que acuden a los lugares de espectáculos y de baile, pero reciben como respuesta notificaciones y advertencia de sometimientos a la justicia.
El problema es que lo hace amparado en una Ley
Hasta los artistas y compositores que son los beneficiarios de esos cobros reaccionan a veces de manera contraria, como fue el caso de José Peña Suazo, cuando fueron a cobrarle derechos de autor en un baile que estaba tocando.
-Pero, cómo es que me vienen a cobrar a mi, si yo soy el autor de todos los temas que toco en mi baile? Además, yo nunca he visto un centavo de todos los derechos mios que han cobrado- dijo Peña.
El inspector no supo qué responder y solo atinó a decir que”la ley es la ley”.
Otro caso embarazoso fue el cobrar derechos de autor en un concierto gratuito de Silvio Rodríguez organizado por la Secretaría de Cultura, generando una doble confusión, pues no se hacía con fines comerciales, ya que no se cobraba entrada, y por otro lado se trataba de un artista cubano y allí se rigen por otros acuerdos.
Y Silvio, además, como autor de sus temas, renunciaba al cobro de sus derechos, lo cual tampoco le fue aceptado.
Pero el caso más chocante y sorprendente se produjo cuando un inspector se apareció a un concierto cristiano organizado por una congregación religiosa dirigida por una pastora muy peculiar.
Ustedes saben que los pastores y la gente que predica la palabra tienen una imagen sacrosanta, que les lleva a estar por encima del bien y del mal. Que se caracterizan por su biblia en la mano, que son incapaces de alterarse, de pelear y discutir, porque todo se lo dejan al Señor.
Pero los tiempos cambian señores y los pastores también.
Y lo digo porque cuando el inspector llegó al concierto cristiano a cobrar derechos de autor, se encontró con una pastora fuera de serie que sin ningún rodeo le dijo:
-Dímele a Frantoni que con qué le voy a pagar, que si será con el T...