CONSUELO NOS DESCONSUELA

Una de las dificultades más notables en las mujeres que hacen animación musical en la radio y en tarima de espectáculos deviene del hecho de que por lo general resultan chillonas, cada vez que suben la voz.
En “alta” resultan insoportables y es la razón por la cual hay tan pocas mujeres “disc-jockeys” y que alcancen buen desempeño en una tarima, donde por lo general se requiere de una animación “arriba” para poder llegar a la multitud y motivarla.
Ahí fue que se “guayaron” la mayoría de las megadivas que Luis Medrano quiso imponer en las tarimas de sus espectáculos.
La gente sencillamente no les hacía caso cuando salían con sus vocecitas chillonas de “chuflay” a presentar a los artistas.
Que recuerde, la única mujer que se destacó como “disc-jockey” en la radio fue July Carlo, la locutora de origen haitiano que también se proyectó como presentadora de El Show del Mediodía, y a la cual Yaqui Núñez le sacó el tema “Compañera” que popularizó Fernando Villalona.
Lo hacía con estilo y personalidad, demostrando agilidad en la emisión sin sonar estridente ni chillona.
Fuera de ella hay algunas que también han “disyokeado”, pero más que nada haciendo locuras y payasadas para llamar la atención y recurriendo sin ningun rubor a las vulgaridades, porque más nada tienen que ofrecer.
Pero volviendo a la estridencia de las voces femeninas en la radio, ustedes quieren vocecita más molestosa en la radio que la de Consuelo Despradel en El Gobierno de la Tarde de La Z.?
Y cuando se mezcla con la de Sergia Elena lo mejor es cambiar de emisora para no fastidiarse.
Alguien debería aconsejarles en torno a como se deben modular las voces femeninas en la radio.
Y el que sepa de radio sabe a lo que me estoy refiriendo...
A que no sucede lo mismo con Soraya Castillo que está en ese mismo programa más temprano?.
Claro, no es lo mismo ni es igual.
Lo de Consuelo sabemos que es un personaje, solo que la mayor parte del tiempo ella se lo pasa sobreactuando.
Y también el que sepa de teatro sabe lo que estoy diciendo.
Consuelo nos desconsuela al hablar...
Puro fetiche!