Las Canas del Cana-rio

El Canario se colocó al mismo nivel de la “tiradera” de los reguetoneros y de algunos merengueros que se toman la licencia de criticar a sus colegas con las declaraciones que dió en el sentido de que a Michel y a Sexappeal “les falta “batey” para enganchar con el público”.
Hay “maldad en sus palabras”, como diría Alvarito Arvelo en el Gobierno de la Mañana.
Núnca hemos visto bien que sea un artista el que desmerite y critique a otro, en razón de que no resulta elegante y es una opinión interesada que lo coloca en la posición de juez y parte.
Esas críticas y evaluaciones de las posibilidades de los demás se deben dejar a los críticos y comentaristas de arte.
Parecería como si al Canario le molestara el éxito que están teniendo Sexappeal y Michel con su salsa.
Lo han conseguido en un país en el que no hay un soporte importante de los sellos disqueros y donde se les cobra payola para sonar sus discos, mientras se difunde de manera gratuita toda la salsa que viene de fuera.
Pero ya que El Canario se ha tomado la licencia de crititicar a los salseros criollos, en vez de estimularlos, sería interesante evaluarlo a él también a ver si es bueno.
Hace tiempo que El Canario está desfasado, fuera de sitio, sin posibilidad de volver a sonar ni a lograr los grandes éxitos que indudablemente obtuvo en el pasado en los tiempos de La Fania y RMM en que las grandes empresas discográfias apostaban al género.
Su situación empeoró a partir de la muerte de Celia Cruz, que fue una artista que le abrió “sombrilla” y “paraguas” al “pajarito” para que se escuchara su “trinar” más lejos.
Al igual como sucede con algunos merengueros tradicionales que critican a los modernos, El Canario se aferra a los viejos esquemas y por ello anda comparándose y situándose en el estilo de Celia Cruz, Oscar de Leon, Miguelito Cuni y Beny Moré entre otros.
El que hace eso, que rechaza los conceptos y las formas modernas es porque está envejeciendo.
Es lo que explicaría sus críticas a los intérpretes criollos que sabiamente han adoptado modalidades de este tiempo para llegarle al público de ahora, siguiendo las pautas de Sergio George, el pilar de la nueva generación de la salsa, creador de DLG que como se sabe abrevó del efluvio de las calles de Nueva York, para lograr ese sonido que se atreve a criticar El Canario.
Justo es decir que mucho ha hecho Sexappeal que hasta hace poco apenas era un guirero de la orquesta de Ramón Orlando.
Y de Michel ni se diga, porque estuvo dando “tumbos” con el merengue, hasta que descubrió sus verdades posibilidades en la salsa.
El Canario debería preocuparse por salir de la “jaula” en que se encuentra como elemento de “adorno” de casa y volar en busca de nuevos horizontes, en vez de estar criticando a los demás.
Si acaso las alas no le ayudan a volar porque están cansadas o muy cortas, debería entonces quedarse en su “jaula” tranquilo como Danilo, abrochándose su alpiste.