Sergio Vargas y las "nominillas"

Lo de Sergio Vargas no tiene madre,
Hace dos domingos se presentó a Plaza Lama a las nueve de la noche, cuando ya habían cerrado el acceso del público.
Un guardia de seguridad tuvo que abrirle la puerta y
dejarlo entrar por “tratarse de Sergio”, pues “El Negrito de Villa” tenía prisa por comprar una calculadora a una de sus hijas, que la necesitaba para una tarea de sus estudios.
Andaba en compañía de “Morenaje”, el conocido personaje que organiza fiestas con orquestas con los descuentos cómodos que le dan los líderes de grupos.
“Morenaje” andaba como una especie de franqueador de Sergio y de guardaespaldas a la vez.
Ya dentro de Plaza Lama, después de escoger la calculadora que necesitaba su hija, Sergio se enamoró de un novedoso home theater que se estaba exhibiendo en el área de electrodomésticos.
“Ese me lo llevo yo, mañana”, dijo el artista, quien no lo compró esa misma noche porque ya estaban cerrando.
Luego de pagar la compra de la calculadora salió del local, con “Morenaje” escoltándolo, mientras las trabajadoras de la plaza se le acercaban o lo miraban de cerca.
Ya en el parqueo subió a su camioneta Hummer de doble cabina en la que andaba con el “Morenaje” al lado sin perderle “ni pié ni pisá”.
-Y éste?- le preguntamos a Sergio al ver el afán de “Morenaje” a su lado.
-He tenido que adoptarlo, Joseph, después que quitaron “las nominillas”- respondió Sergio en son de broma, pero con sorna.