La Venganza del Espadachín Manco

Cuando un empresario o artista otorga boletas de cortesía de un espectáculo a la gente de la prensa, se supone que es con el interés de que ésos comunicadores le den cobertura a la actividad.
Esas boletas no se otorgan de manera graciosa, sino que tienen un fin esencial.
Por lo tanto es impropio que un periodista ceda a una tercera persona que no es periodista la taquilla de asistencia a un espectáculo y deje de acudir al mismo.
Si el periodista no puede ir no debe tomar la taquilla.
Pero los hay que cometen acciones peores provocando un grave daño a la imagen del sector de los comunicadores de arte.
Se ha dado el caso de boletas que se les otorgan con acompañantes, ubicadas en área VIP, con precios de hasta tres mil pesos cada una, que son vendidas en el mercado negro por ciertos comunicadores .
Y no me hagan hablar de los que venden las del Casandra.
Qué, a propósito, muchos artistas y figuras del medio se quejan de que siempre aparece mucha gente rara que no es artista en la platea durante el premio Casandra.
Mucha de esa gente no es invitada, sino que algunos nominados, que de antemano saben que no van a ganar, las ceden a terceras personas y no acuden a la ceremonia.
Hubo uno que hizo “la maldad” de darle su entrada a la trabajadora de la casa.
La pobre señora, que nunca imaginaba que estaría en un Casandra, se apareció en el teatro con su tremendo moño de salón de patio, con su vestido largo y en tenis.
Hubo que dejarla sentar en el área que decía la taquilla numerada porque tenía su entrada, mientras todo el mundo entre los nominados se preguntaba y quién es esa?.
Son de las vainas que los artistas le echan a Acroarte y que la gente del público no sabe.
Durante toda la transmisión, con los tiros de cámara aérea de la grúa, aparecía la doméstica con su buen moño de salón de patio figureando como toda una estrella, mientras el malvado que le dió la taquilla se reía cuando la veía en la televisión desde su casa.
Una venganza pendeja contra Acroarte, pero venganza al fin del espadachín manco.