jueves, 5 de junio de 2008

ARTE CONTESTATARIO EN LA UASD DE LOS 70

El 1970 fue un año de mucha efervescencia cultural en el que mis convicciones ideológicas me llevaron a hacer un arte contestatario que marcó toda una época.
Estaba en pleno apogeo el peligroso gobierno de los doce años del doctor Joaquín Balaguer, en el que se había montado una verdadera cacería de brujas en contra de los dirigentes de izquierda de cuya represión no escapaban los artistas populares.
Tataibá, la pieza teatral premiada como Obra Teatral del Año en el 1970 concitaba el interés de los diversos sectores sociales a todo lo largo y ancho de la geografía nacional.
Fue la primera obra teatral que escribí, tras mi regreso de Colombia, la cual fue posible presentar en casi todo el territorio nacional, gracias a la colaboración recibida de Milagros Ortiz Bosch, a la sazón encargada del Departamento de Extensión Cultural de la UASD quien no vacilaba en cedernos los autobuses azules “blue bird” que anteriormente tenía la universidad para el transporte de los estudiantes y en los que todas las semanas viajábamos a un pueblo diferente con el Teatro Estudio del Movimiento Cultural Universitario que estaba bajo nuestra dirección.
Diandino Peña, que estudiaba ingeniería, se convirtió en un gran admirador del grupo cuando presentamos la obra en el Aula Magna .
Y así como el muchos otros que hoy son profesionales y que no se perdían los montajes que hacíamos en el recinto de la UASD luego de una promoción con pancartas en todas las calles, escuelas y facultades.
A Milagros Ortiz le guardamos un gran cariño y agradecimiento, porque fue un soporte importante en la difusión del arte y la cultura en esos tiempos difíciles.
No solo nos cedía los autobuses de la universidad, sino también un camión para el traslado de la escenografía y el equipo de luces del Teatro Universitario.
Muchos de esos viajes los hacíamos junto al Coro y la Rondalla Universitaria, de la cual formaba parte el fenecido Bertico Sosa y muchas otras figuras que hoy se desempeñan en diferentes profesiones.
Cuando me he encontrado con Milagros, siempre recordamos esos tiempos, aunque luego con el tiempo volvimos a coincidir, cuando ella era la encargada de la distribución del periódico El Nacional con Joaquín Basanta en la ciudad de Nueva York
Para la época Leonel Fernández era el encargado de cultura del Club Mauricio Báez, en los tiempos en que andaba con Jimmy Sierra por Villa Juana y por la academia La Trinitaria.
Siempre nos juntábamos a discutir sobre literatura con el fenecido joven poeta Domingo de los Santos,del cual guardo con cariño un libro de poesías que nos dedicó antes de su muerte repentina.
De él conversaba con Leonel en éstos días, recordando aquellos tiempos de juventud y de actividad cultural en Villa Juana.
Fue durante la gestión clubística de Leonel que hicimos una presentación memorable en la cancha del Mauricio Baez, reseñada ampliamente por la prensa y elogiada por Bonaparte Gautreaux Piñeyro que estaba entre los presentes presenciando la controversial obra que hasta fue prohibida por la policía cuando se presentó en Villa Vazquez.
Al recordar ésa época de tanta efervescencia cultural lo que deseo es compararla con la presente.
Lo puedo hacer porque no me lo contaron, ni fui espectador, sino actor de primer órden junto a Jesús Suárez, Héctor Tapia, Etzel Báez y todos esos actores valiosos que me acompañaban en las grandiosas jornadas artísticas y culturales en lugares donde nunca antes se había presentado teatro, en tiempos que como he dicho eran muy difíciles, pues cualquier desafección o crítica al sistema se consideraba “subversivo”y la la represión se llevaba a cualquiera por delante.
Hoy la UASD posee un Aula Magda que es una maravilla en modernidad, tiene más facilidades y recursos que en aquellos tiempos.
Hay una biblioteca modelo y las instalaciones de la expansión alcanzan dimensiones espectaculares.
Pero, qué sucede con los grupos artísticos que tanto prestigio le dieron siempre a UASD en el pasado?
Ese coro que bajo la dirección de Luis Frias Sandoval obtuvo un premio internacional en un festival celebrado en Chile?
El grupo de teatro que no solo hacía presentaciones por Suramérica, sino por diferentes estados de la unión americana, alcanzando gran proyección y niveles de prestigio internacional para nuestra universidad.
Con la siembra que hubo en el pasado, trabajando practicamente con las uñas, debería la UASD tener en este tiempo una mejor plataforma en teatro y música, por solo citar dos áreas que le dieron singularidad y peculiaridad a la primera universidad del nuevo mundo.

2 comentarios:

  1. Interesantísimo su blog sobre tantas noticias y tantas anécdotas, incluso sobre personajes y situaciones inimaginables...gracias por tantos aportes y "refrescarnos" la memoria.

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  2. una foto mas discreta del tinte por favor,

    atentamente

    DP

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NIURKA BAEZ,
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