En los años setenta la influencia de los generales de las Fuerzas Armadas y de la Policía era tan determinante, que la vida artística y el negocio del espectáculo tenía que regirse también por directrices que éstos pautaban.
Neit Nivar Seijas, jefe de la policía, era un jerarca en el antiguo hotel Jaragua, donde tenía su "suite" en la época de Papito Santacruz.
Eran los tiempos de Lafuente Night Club en una verdadera época de "zafra" con docenas de bonitas y monumentales bailarinas puertorriqueñas y cubanas que venían a actuar en el establecimiento y que residían en el mismo hotel.
El coronel Moncho Henríquez (El Coyote) jefe del Servicio Secreto y hombre de gran confianza del general Neit trazaba la pauta desde el mismo hotel Jaragua, donde se alojaba en una habitación que le llamaban "el bunker".
Cuando el general llegaba a un lugar, cualquier cosa que le sirvieran era analizada y depurada por Moncho para que no lo envenenaran los enemigos en esos años de rivalidad militar.
Pero bien, Neit regenteaba la cadena de emisoras de Radio Clarín, en sus frecuencias de onda larga, onda corta y frecuencia modulada.
Radio Clarín tenía un transmisor de 50 kilos de potencia y una amplia cobertura internacional en la onda corta.
De hecho era la única emisora que tenía también su trasmisor de enlace en la base militar de Constanza, la que posteriormente se convirtió en lo que hoy día es Radio Fiesta.
Había programas de mucha audiencia como la Ciudad Alegre de Radio Clarín.
Pero el general Nivar tenía también a Clarín como un “tocadiscos personal” para amenizar sus fiestas , cuando se reunía con sus amigos en su casa campestre en La Colonia de San Cristobal.
Cuando estaba allí metido en tragos, hacía que le llamaran al locutor de turno de estación, al que le ordenaban que rompiera la pauta musical y que tocara los discos que deseaba el general escuchar con sus amigos, entre ellos algunos merengues de alabanza a Trujillo.
Si estaba en Marco Antonio Muñiz, había que ponerle el long play del "As" a veces hasta completo lo que sorprendía a los demás oyentes que no sabían lo que estaba sucediendo con el locutor
Y quién podía oponerse?. Por el contrario, el director Salomón Sanz había advertido al personal en el sentido de que había que complacer en todo lo que pedía al general.
Eso sucedía en Radio Clarín, emisora actualmente fuera del aire, debido a que es una de las empresas intervenidas del quebrado Baninter, que al ser de A.M. no hay quien aguante sus gastos, diferentes a las de F. M. que si se mantienen en sus transmisiones regulares.
Los agresivos hijos de los generales
En los setenta y ochenta hubo muchas cosas buenas pero también muy malas.
Pienso que de igual manera hay que recrear las situaciones indeseadas que se daban.
En el ambiente de diversión de esos años no solo se dejaba sentir la influencia de los jerarcas militares, sino también la de sus hijos.
Hay que recordar las andanzas de los famosos hijos de los generales, encabezados por Neicito Nivar, el hijo del jefe de la policía.
Neicito y los compinches eran un azote porque cuando llegaban a una discoteca se dedicaban a entrarle a bofetadas a cualquiera que anduviera con una muchacha que a ellos le gustara.
Fueron un verdadero terror sobre todo al final del decenio de los setenta, en el antiguo hotel Jaragua, antes de que lo demolieran para construir el edificio actual.
Había que andarse con cuidado en las discotecas Waldos 1 y Waldos 11 que era el centro de operaciones de los “hijos de los generales” porque eran las de moda y las mejores de la época.
Aunque también incursionaban a veces en el “underground” de la parte alta, como el famoso “after hours” de Tony Echavarría Cambumbo.
La manita torcida que tenía Cambumbo era el resultado de un balazo que le dio uno de los hijos de los generales que lo dejó lisiado y nadie dijo ni pasó nada...
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Yo estudié en el San Juan Bautista, un colegio situado en unos terrenos donados por Balaguer y sus hermanas ,en Bella Vista, donde estudiaban sobrinos de Balaguer, funcionarios del régimen y de militares y esos carajitos que hoy son hombres eran un desastre. Recuerdos hay todavía de su prepotencia, de sus malcriadezas, muchachitos que con 12 años amenazaban a sus profesores con "volarle" la cabeza a ellos o de mandarle una "patrulla" a darles una pela. Todavía uno se recuerda de estos "leones" hijos de militares que solamente eran unos guapos porque contaban con sus guardaespaldas o sus lambones, pero hoy en día que la realidad es otra se andan escondiendo o jugando a los "buena gente". Muchos muchachos de apellido Guerrero, Bordas, José Randolph, Bello,De Los Santos, Balaguer, Javier Fernández, eran insoportables, ese patrón todavía está presente...Pero hubo muchos que pagaron sus bravuras con "palizas" que recibieron en su momento. Hay mucho material que nunca se ha publicado, pero que mucha gente de la sociedad recuerda, cuando los viernes la gente iba a Deli-Donuts a pelear, en el Cineplex de Naco,etc....
ResponderEliminarSolo en selvas como las nuestras se ve eso.
ResponderEliminarsi me acuerdo de el neicito ese. que se habra hecho. un perfecto imbecil.
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