AL PAN PAN Y AL VINO VINO

A Estrellita Piantini, mi gran amiga, no le gusta que cuente ciertas historias y lo mismo nos refiere la locutora Amarilis de los Santos, hoy convertida al cristianismo, quien siempre nos ha considerado como su padrino en el medio, pues cuando procuraba emerger en televisión, le dimos el apoyo y la orientación necesaria para que pudiera dar sus primeros pasos, como siempre hemos hecho con las figuras en ciernes.
Pienso que en vez de perjudicar enaltece el que usted o la gente cuente los avatares que ha tenido en la vida, sobre todo cuando corresponden a momentos ya superados.
Es una manera de dar a conocer que su ascenso y superación en el medio no ha sido facil.
Que para alcanzar el éxito ha tenido que sortear momentos de dificultades, pues ello sirve de acicate y de ejemplo a quienes vienen detras luchando y tratando de alcanzar las metas que ya usted ha logrado.
Quien no tiene reparo en que se cuenten sus anécdotas es el comediante Héctor Sierra., quien celebra cuando uno recuerda la época en que le decían “vizcayita” debido a que no salía del restaurant Vizcaya, cerca de Radiotelevisión Dominicana, que todos consideran su “segundo hogar”, y cuidado si el primero.
Si usted quiere ver a Héctor Sierra o a Luis Cruciel, acuda al canal 4 y verá que ahí están los dos por los predios del colmadito del frente.
Antes de comediante, Sierra era el encargado de ayudar a los camarógrafos cargando el grueso cable de las cámaras RCA a blanco y negro que originalmente tenía el canal y que ahora son piezas de museo.
Las viejas cámaras de antes estaban conectadas a unos gruesos cables pesadísimos, y los camarógrafos tenían que que tener un ayudante para poder hacer "dolling" y moverse con agilidad en el estudio.
Héctor era el encargado de mover uno de esos cables, que al decir de algunos que lo conocieron en esa época, fue el único cable que no se pudo tragar en esos tiempos de “prángana”.

Que con su pan se lo coma...


Cuando Héctor emergió como comediante de Los Tenorios, con Juan Carlos Pichardo, Angel Muñiz, Luis Cruciel y demás, se dedicó a realizar presentaciones populares en los pueblos como parte de su “búsqueda del moro perdido”.
En una ocasión fueron contratados por Amarilis de los Santos para una gira por las Matas de Farfán y San Juan de la Maguana, de donde es oriunda.
El grupo de Estrellita , Cruciel y Héctor cogieron su guagua con destino al Sur profundo, para hacer un show de humor que ya se había anunciado y promovido en toda la zona.
Siendo un pueblo tan lejano los anunciaban como verdaderas celebridades del humor, lo cual llenaba de satisfacción a los comediantes.
El problema fue que hubo un “descule” debido a que a la presentación no contó con la asistencia que se esperaba.
Al momento de cuadrar la caja de la taquilla lo que había era pérdida.
El rostro de los comediantes que esa noche se habían prestado para hacer reir a la gente se tornó triste, pues era duro regresar a la capital sin un chele en los bolsillos.
Pero más triste estaba Amarilis que los había contratado y no tenían como pagarles después de aquel fracaso.
Pero, en ese momento se le ocurrió una idea genial.
“Muchachos, podemos darle una funda de pan a cada uno para que no se vayan en blanco “, dijo Amarilis, pues su familia tenía un negocio de panadería en el pueblo.
Como por arte de magia el rostro de Estrellita, Luis Cruciel y Héctor se iluminó con un destello de alegría.
“Qué carajo, para todo perdido algo ganado”, dijo Héctor.
Y desde San Juan regresaron en su guagua los comediantes cada uno con un saco de pan.
Eso si...se pasaron 15 dias desayunando, comiendo y cenando pan de agua, sobao y galleticas...


FOTOS:
1.- Héctor Sierra
2.- Luis Cruciel