domingo, 27 de julio de 2008

EL ATERRIZAJE EN LA TERMINAL

En la administración de La Terminal se quisieron pasar de listos con la amplia concurrencia a la fiesta de Anthony Santos organizada por el periodista Carlos Batista Matos.
Pretencían convertir en VIP todas las localidades, es decir que se quería obligar a todos los asistentes a consumir whisky Johnny Walker con precios que iban desde 5 mil a 15 mil pesos, dependiendo si la etiqueta era negra, gold o blue.
Hubo gente que protestó airada al momento de llegar, pero por suerte el colega Batista Matos se dió cuenta del asunto y se opuso a la exigencia.
De todas maneras había que ver el derroche de whiskies costosos que había en la actividad, pues quien deseaba estar en la parte delantera tenía que cantearse con un blue label.
Algo que no me gusta de esas fiestas populares es la cantidad de “jodedores” que van a las mismas en actitud prepotente poniendo de manifiesto su falta de educación hogareña, sus groserias y su permanente agresividad.
Sin embargo son los clientes mejores atendidos por los camareros de esos lugares.
Estuve un rato en una mesa VIP que Carlos Batista tenía para sus invitados, donde estaba la bella Nashla Bogaer, con quien me tocaba hacer la presentación formal en tarima del show de Anthony Santos.
No quieran ustedes saber lo que hubo que esperar para que tanto a Nashla como a otras muchachas que estaba en la mesa les atendieran y trajeran un pedido.
Los mozos ni caso les hacían, porque para ellos solo existían las mesas de los “jodedores”.
Ni siquiera les importaba que la mesa era la del organizador de la fiesta.
Cosas veredes, Sancho...

FOTOS:

1.- Rachely en La Terminal
2.- Las chicas de San Critobal, Escarla, Ana y Alexandra

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NIURKA BAEZ,
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