Elizbeth Quezada analiza el libro "Parte de mi Vida", de Freddy Beras Goico, el cual segun los reportes ha tenido un gran éxito en ventas, desde su puesta en circulacion hace dos semanas
Por Elizabeth Quezada
Leer el libro de don Freddy Beras Goico “Parte de mi vida” supone, en mi caso, una reconciliación con mis verdaderas creencias religiosas y políticas; un despertar sobre viejas excusas que inventaban nuestros padres para justificar la dictadura y los doce años. Saber que Freddy y su familia, como otras tantas que perdieron sus hijos, sus padres… fueron maltratadas, vejadas y exiladas me regresa a la rabia y rebeldía, sin causa aparente, que de niña adolescente sufrí. Y vuelvo anhelar los conceptos platónicos y no precisamente del amor y la belleza pura sino…más bien, en el orden político-social. En “Parte de mi vida”, Freddy, nos relata en principio sus raíces, preñadas de mestizajes como en el caso de todos nosotros. Nos cuenta con lujo de detalles su incursión en los movimientos de protesta, como cuando un río se vistió de blanco de tanta leche derramada (y no es metáfora…) gracias a la gracia del generalísimo para exterminar el negocio de la familia… sus mudanzas nocturnas, entre risas y lágrimas, se puede una imaginar sus trajines.
Sentí dolor cada vez que fue apresado…sufrí los golpes que le dieran, en carne propia. Me sentí ahogada cuando estuvo preso en mazmorras obscuras. Me reí a carcajadas en miles de pasajes que narra con esa facilidad y elocuencia que le caracteriza…tanto ocurrencias propias como ajenas. Nos habla de tíos, amigos, de su padre, su madre, sus hijos…Nos enriquece de anécdotas y vivencias que unas veces nos hacen llorar y otras nos hacen reír…justo como es él. Pero en todos los casos nos hace afianzar la idea que Freddy Beras es un milagro de vida…desde que nace hasta hoy y siempre.
Me fascina una cuando en España le detiene un tráfico y este pensaba que eran esbirros. También las cosas de su hija Laura, de niña, en Puerto Rico y su confusión con el Viejo San Juan.
Lloré cuando le diagnosticaron cáncer en el páncreas.
Rei con sus ocurrencias y le admiré con la gallardía que tomó la noticia fatal. Exalté a Pilar, su esposa…por su valentía y su amor hacia él. Es un libro de líneas sencillas; pero sinceras…Cada letra nace del alma; escrito en una prosa clara, coloquial y coherente, pero respetando el lenguaje de tal forma que hasta explica, en muchos casos, las variaciones de algunas palabras.
Encierra muy pocas figuras literarias porque me imagino quiso que la metáfora fuera la férrea realidad misma.
Escasea, por otro lado, el doble sentido. Muy por el contrario, sus letras se diluyen ante nuestros ojos como el agua entre los dedos. Sus sufrimientos y sus exilios…no hay nada peor que desarraigarse de su tierra próspera para hacer camino en tierras ajenas, que nunca, por mejor que nos traten será igual que la propia. ¡Dígamelo a mí! Los milagros son como metáforas verdaderas de un Cristo vivo que hace que las cosas aparentemente malas trabajen para bien. Este libro nos habla del amor, de la convicción de la familia unida,…de la fe, de la esperanza…y nos habla de un ser humano que ha vivido el dolor intensamente y las dificultades desde muy joven.
Rainer Rilke escribió en uno de sus libros: “Es un privilegio poder sufrir hasta el fin, para conocer de la vida sus más íntimos secretos”. Es una cita que la estoy usando en el exordio de mi próximo trabajo y es que no me cabe la menor duda de lo que este fabuloso escritor dijo porque Don Freddy conoce los secretos de la vida.
Ha tenido que hacer de todo. No puedo dejar de llorar al momento de escribir estas líneas. Soy tan llorona o más que Freddy.
Y como no serlo si a pesar de ser un hombre valiente…que luchó en su momento contra el régimen también era o es un hombre súper sensible que lleva dentro de si a un artista nato. Y que del dolor ha sacado su mayor tajada puesto que es capaz de reírse de todo. Ser uno de los mejores comediantes sino el que más. Conformar una de las familias más sólidas del medio y sobrevivir milagrosamente a una condición mortal… todo por fe. Si Don Freddy Beras es grande antes de publicar este libro…es un excelente comunicador, comediante, actor dramático (recordemos a “Víctor Victoria”) cantor y conocedor de todos los vericuetos del arte…ahora es inmenso, intenso, real… tiene razón al decir que el señor le tiene y le mantuvo vivo para algo y ese algo es lo que está haciendo… por medio de él muchas personas conocerán el milagro de vivir bajo las alas de un Dios que no desampara a sus protegidos. Es hora,
Don Freddy de editar la segunda parte de su vida, para poder instruir en el dolor y en la fe a todo el séquito de personas que le seguimos y le admiramos. ¡Que Dios le bendiga hoy y siempre!
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3.- Freddy Beras Goico
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La verdad es que el libro es todo una cura mi hermana lo compro y lo leimos en pestañar.muy bueno.
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