COMO VIVIRAN LOS POBRES....

Hacía tiempo que no veía a Laura Lorena, una amiga con la que siempre compartiamos los bonches de Montecristo Café y los bureos por Retro Café.

Este domingo me di cuenta de por qué casi no sale.

Me invitó a que la visitara en la lujosa torre donde reside junto a su pequeña hija.

Un edificio construido bajo el concepto de las estructuras inteligentes con sensores y cámaras que registran entradas y salidas, con puertas y ascensores digitalizados que se activan con tarjetas dotadas de microships en lo cual dificilmente puede entrar un intruso o una persona no autorizada.

El mismo hay un gimnasio dotado con las más modernas máquinas, un área recreativa para niños, piscina.

Un salón discoteca con bar, pantalla de plasma, equipo de sonido y con una pequeña tarima para "shows"" artísticos y actividades sociales.

Pero también una pequeña sala de cine, con una pantalla HD, sonido "sensurround" y un proyector blue-ray para la exhibición de películas de alta definición.

Gas común, ducto de basura, planta de emergencia silenciosa de alta capacidad, intercom con cámara.

Ni siquiera de compra va Laura al supermercado, porque lo que necesita lo ordena por internet y se lo llevan a su apartamento, al igual que muchas otras cosas que pide por la misma vía.

Con todas esas facilidades en vez de salir lo que hace Laura es invitar a sus familiares y amigos a que compartan con ella las amenidades del complejo donde vive.

Ella dice que prefiere vivir de ese modo porque las cosas se han tornado muy complicadas en la calle y que la misma actitud la asumen sus vecinos, que como deben suponer, al igual que ella es gente de abundantes recursos económicos.

Le dije a Laura que de todas maneras no es lo mismo ni es igual...

Que su figura hace falta en los ambientes y que por más dotado que sea el edificio donde vive, nada puede sustituir las vibraciones que se viven al ritmo de la noche en Montecristo o en Led.

Pero, son normas y estilos de vida que marcan los nuevos tiempos, que de repente le apartan y le llevan a uno la gente más chévere con la que uno comparte.