En los años setenta era una verdadera odisea viajar a Puerto Rico, pues había un solo vuelo, diferente a los tiempos actuales que hay varias líneas con servicio regular, American Eagle con sus aviones pequeños y el servicio del Ferrie.
Johnny Ventura, que estaba superpegado en Puerto Rico, me invitó a viajar con su agrupación a la isla vecina.
Las boricuas se volvían locas con Ventura y con Anthony Rios que en esa época era cantante del Combo Show.
Para mí fue una gran experiencia ver tantas mujeres bonitas "derritiéndose'' por el moreno criollo.
Todo fue de maravilla, con todos los bailes a casa llena, confirmando a Ventura como la máxima representación del merengue en la isla, pese a que detrás venía Wilfrido Vargas empujando.
El caso es que después de concluir la corta gira nos dispusimos a regresar al país.
Pero llegamos tarde al aeropuerto y el avión nos dejó.
Era un solo vuelo el que había en la mañana, temprano, y teníamos que esperar al día siguiente para poder tomarlo.
Como ya habíamos salido del hotel y se había cerrado la cuenta, no hacíamos nada con volver a San Juan a buscar alojamiento.
Viendo que el aeropuerto de Isla Verde tiene en su terminal un hotel, resultaba preferible quedáramos en el mismo, pues solo tendríamos que bajar hasta el counter para entrar al avión, lo que aseguraba más nuestra salida.
Así se hizo.
Johnny, sin embargo, le encomendó a Anthony que me fuera a despertar a la habitación, como parte de una logística para que todo el mundo estuviera a tiempo para registrarse y salir sin problemas de regreso al país.
A las 6:30 de la mañana me tocaron la puerta.
Cuando la abrí era Anthony que estaba cumpliendo la encomienda de Johnny.
Tenía los ojos rojos de la bebida que había dado toda la noche. Estaba claro que no se había acostado, pues era una época en que Anthony estaba terrible
-Déjame cepillarme los dientes- le dije, a lo que de inmediato respondió:
-No ombe no. Tienes que hacer como yo, que me doy un buche de ginebra y con ella me enjuago la boca.
Al decir eso sacó de un macuto una botella de ginebra que estaba por mitad y me la pasó.
El caso es que me alisté y bajé hasta el mostrador de la línea para reunirme con los demás y chequearme.
No había nadie de los músicos....
Y saben lo que sucedió?
Que el avión volvió y nos dejó!
Ay Dios mio ese anthony Rios si tiene historias que contar!
ResponderEliminarjajajaja cuacuacuacuacua que maldita risa tengo a la verdad es que ustedes dos eran terribles me imagino el kille de papa ventura con ustedes, lol jejejeje
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