Y de quién habrá sido la idea de declarar al amigo Janeiro Matos como Rey de los Dominicanos de Nueva York?.
Estoy seguro de que eso no surgió de Janeiro, quien tiene una bien ganaba fama como locutor y animador musical en La Mega y al que no le hace falta en modo alguno esas acreditaciones desfasadas, ochentosas, que todavía algunos algunos usan para alimentar su ego en la gran urbe.
Al decir esto lo hago de manera responsable para defender al amigo, al cual por lo que veo se le quiere empujar al grupo de los que andan simpere buscando el reconocimiento público que no se han ganado con su trabajo.
Janeiro Matos es una realidad en la ciudad de Nueva York que tiene su sitial ganado y que no necesita de las exaltaciones rimbombantes y exageradas que otros utilizan para tratar de sobresalir en el medio.
No necesita ese "mercadeo"' porque los que buscan acreditaciones exageradas para tratar de aparentar lo que no son se sitúan en la misma posición del travesti que se maquilla y se adorna buscando parecerse a una mujer.
A la gente que estimo y aprecio no tengo reparo en reclamarle y hablarle del modo que lo hago.
No es que esté en desacuerdo con el reconocimiento que se le pueda otorgar a Janeiro o a otros dominicanos meritorios, entiendanme bien.
Lo que desapruebo es que un reconcimiento que pueda ser bien merecido se le enmarque, como frecuentemente sucede, en el plano comercial de una parafernalia que lamentablemente se ha desacreditado.
Un verdadero relajo
Reconozco el empeño y el esfuerzo de los organizadores de desfiles, premiaciones y reconocimientos de la ciudad de Nueva York y otros estados donde se realizan actividades de la comunidad dominicana, pero pienso que se ha relajado en demasía el otorgamiento de créditos y las exaltaciones que se hacen a gente que no lo merece.
Cualquier “saltapatrá” es declarado “Gran Mariscal” o rey de una parada o desfile de los que se organizan en nombre de la comunidad dominicana en la urbe.
Con tantos dominicanos laboriosos, meritorios, ejemplares, que se desempeñan en el área, que deberían ser exaltados por su propia gente y sin embargo se les desdeña e ignora para darle preferencia a una figura con la que se busca congraciarse.
De igual manera las premiaciones dominicanas que se organizan en Nueva York dejan mucho que desear, pues con frecuencia son el resultado de manipulaciones y acuerdos económico que no reflejan la realidad.
Acontece, entonces, que cuando se le quiere hacer un reconocimiento a alguien que si lo merece, el mismo se desluce por los tantos que de manera inmerecida lo han recibido.
Quede claro que no estoy en desacuerdo con las proclamas y premiaciones, sino con el relajo que de las mismas se ha hecho.
Hay placas y trofeos que por ello no tienen ningún valor ni aprecio.
FOTO:
1.- Janeiro Matos
2.- New York
Estoy totamente deacuerdo contigo en lo que planteas, lo que sucede es que como siempre hay un grupito de empresarios y locutores que son los que dominan el medio artistico dominicano aqui en new york y todo siempre se los reparten entre ellos como una forma de devolver favores o colocarlos en la palestra para ver de que forma esto le beneficia en el aspectp profecional y claro en lo economico.
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