CON LOS PIES DESCALZOS

DE MITOS Y CREENCIAS

La gente se crea mitos que se arraigan en sus creencias de tal manera que luego no hay forma de que los puedan destruir.
Se convierten en un lastre, en un escollo insalvable que no les permite desarrollarse y progresar.
La gente piensa que comerse los ''camaroncitos'' de los que más abajo hablaba resultan más económicos con el vendedor ambulante en la playa, y la verdad es que cuando vienen a ver, sacando cuenta, resultan más caros que en el restaurante de mariscos, con aire acondicionado, mozos y calidad de producto y servicio asegurado.
La gente piensa que comprando verduras, vegetales y víveres en los mercados de productores le sale más barato que en un supermercado, cuando en la mayoría de los casos es todo lo contrario.
Te ensucias los pies con el lodo y te manchas la vestimenta comprando plátanos, dizque baratos, para después ir a una carnicería llena de moscas y al final pagas precios más elevados que los de un supermercado, con aire acondicionado, productos depurados, lavados y empacados.
Y dónde me dejan el mito de los colmadones, que dizque las bebidas supuestamente
son más baratas que las de una discoteca o night club?.
En estos dias, por hacerle ''el coro'' a mi amigo Radhy Miranda, pedí cuatro tragos de Stolinaya de los que se detallan en algunos colmadones donde hay dispensadores.
Oh! la cuenta fue más alta que la de un café o discoteca de la Lincoln.
Cómo es posible que un colmadón, donde la gente se sienta en un huacal, a la
interperie, sin aire acondicionado, donde nunca falta un "señor va a limpiar?'', un perro viralata y un "pica pica" pidiendo para un "beeper", los precios de cualquier bebida o de una picadera se disparen más altos que cuando usted pide lo mismo en El Cantábrico?.
Y la gente prefiere el colmadón creyendo que "se la está comiendo" con los precios cuando en realidad son una verdadera estafa.
Pero también con las mujeres se establecen mitos...
Ah!, no?..Pués miren que si....
Las mujeres ''de barrio'' salen más caras a veces que las llamadas chicas "de sociedad".
Estas últimas no son tan ''carenciadas'' y tienen muchos de sus problemas resueltos.
Y cuando vienes a ver, tienen mentalidad europea y son ellas las que te invitan y pagan la cuenta.
Eso ni pensarlo con la mayoría de las muchachas del barrio, por razones obvias y entendibles.
Y no vengan a decir que es un asunto de tacañería ni tampoco con el chantaje de que estoy hablando mal de las chicas del barrio, porque yo "no cojo corte''.
Estoy hablando realidades de mitos y creencias de lo que sale barato cuando en realidad está caro.
Si cada vez que usted va a salir con una muchacha de barrio, hay que comprarle un vestido, unos zapatos, pagar un salón, dejar algo para que la mama se encargue de atenderle ''el carajito'', y al regresar hay que llevarle siempre un ''picapollo'' a la vieja para la cena, se pueden imaginar la inversión que eso conlleva.
Un buen día eso se hace, pero es difícil sostener ese trajín como parte de una
costumbre cotidiana.
La peor parte del mito, como corolario de la larga retahila de mentiritas
a que algunas parejas disparejas juegan , es aquella en que después de
un buen momento compartido, te salen con aquello de: "Te tengo que decir algo, pero me da verguenza...porque no sé lo que tú vas a pensar de mi".
Conozco a un ''jurón'' que le respondió a ''una fiera'': "Bueno, pues si te da verguenza... mejor no me lo digas...''
Ja!