PUBLICADA EN EL PERIODICO EL NACIONAL

ARTE NACIONAL
Por Joseph Cáceres

EXIGENCIAS EN LA ACD

Los requisitos y exigencias para formar parte de la Asociación de Cronistas Deportivos superan ampliamente los de la Asociación de Cronistas de Arte.
Ramón Cuello, presidente de la ACD nos sirve el dato de que de 52 aspirantes que sometieron solicitud de ingreso a la entidad sólo se aprobaron 18.
Y es que para ser miembro de la misma se requiere de que el solicitante tenga 5 años de ejercicio comprobado en la profesión; tiene que ser egresado de una escuela de comunicación; miembro del Colegio Dominicano de Periodistas; certificado de buena conducta; prueba antidoping; tiene que demostrar que vive de la profesión, ser recomendado por 5 miembros de la ACD mediante carta individual de cada uno, y se le exige el pago de 5 mil pesos de inscripción.
La asociación tiene un comité de evaluación de las solicitudes, de la que forman parte Alex Figuereo y Joel Adames, que son los responsables de dar el visto bueno a los solicitantes después de llenar los señalados trámites.

EL ESPEJO ROTO

He querido detallar cómo se puede adquirir la membresía de la Asociación de Cronistas Deportivos, porque pienso que en Acroarte se hace necesario establecer otros parámetros al momento de dar ingreso a los nuevos miembros.
Algunos dirán que las exigencias que hay en la ACD son extremas, pero pienso que cuando se busca preservar la integridad, la categoría, la dignidad y la credibilidad de una institución, es necesario empezar por depurar a sus integrantes.
Cierto es que se trata de una tarea difícil porque por mucho tiempo se ha fomentado una entidad hipertrofiada, compuesta en parte por gente que en algun momento ejerció como cronista de arte de manera ocasional o coincidencial, sin que la actividad sea hoy día su medio de trabajo y de sustento.
Gente ajena a la profesión, que sin embargo mantienen su capacidad de voz y voto en la asociación similar a los de cualquier profesional vigente en la comunicación.
Es una distorsión que pesa y que afecta el desempeño y la eficacia de cualquier entidad de cara a los resultados que se esperan de la gestión de la misma.
Pienso que si hay interés en transformar la situación se debería establecer de manera estatutaria un mayor nivel de exigencia para el ingreso a la asociación, que también abarque un sistema de depuración que permita el fortalecimiento institucional de la entidad.
El planteamiento que hago es seguro que para muchos se traduce en un trago amargo, similar al de la medicina que que nos tomamos sin respirar, tan necesario para sanarnos de una enfermedad ya detectada.
Está claro que hay gente a la cual no le interesa un replanteamiento y renovación de la asociación en base a los principios señalados, porque son beneficiarios del ''status quo'', el cual defienden con ''uñas y dientes" merced a una vocación y una disposición natural en ellos para la diatriba y el insulto, incapaces como son de disentir en base a juicios sanos y argumentos.
Pero ahí precisamente radica su debilidad.
Una debilidad por la cual no debemos temerles, sino compadecerles
Porque sin interés alguno de parecer apocaliptico, pienso que se debe evitar que Acroarte se convierta en el espejo roto en el cual nadie va a querer luego mirarse.

josephcaceres89@gmail.com