jueves, 13 de noviembre de 2008

PUBLICADA EN EL PERIODICO EL NACIONAL

ARTE NACIONAL
Por Joseph Cáceres

UN CINE DE ARRABAL


Sería interesante saber hasta dónde piensan llegar los realizadores de cine dominicano en la explotación de la temática de la miseria y la pobreza extrema que tratan de reflejar en sus filmes.
Ya he comentado que hay dos elementos recurrentes en casi todas las películas dominicanas:
La utilización de comediantes de la televisión, y el uso de los barrios marginados como locación .
Con el Santicló de Pinky Pintor se ha llegado a niveles exagerados en la exposición de la miseria y el arrabal siguiendo los pasos de anteriores películas criollas.
Desde que Agliberto Meléndez arrancó con su pasaje de ida, casi todo lo que se ha hecho en cine ha girado sobre la misma temática de la problemática social, algunos con planteamientos mejor delineados que otros, pero practicamente todos diciendo lo mismo
No estamos en contra del cine social y de denuncia, pero pienso que no se debe seguir planteando el asunto como un simple recurso demagógico, reiterativo y cansón.
No vemos nada original el plantarse a rodar con una cámara frente a una rancheta en un arrabal siguiendo la trama de un guión melodramático y simplón, con el que luego se pretenderá sintonizar con una gran partre del público que paradógicamente puede que acuda al cine a evadirse de eso mismo que los productores cinematográficos criollos se empeñan en presentarle
Por lo que se puede apreciar en ciertos mensajes, tendríamos que concluir en que la pobreza es una virtud.
Se procurara exaltar los valores de la pobreza, lo cual no es más que parte de la conjura para que el pobre se resigne a la miseria ''con dignidad'' y no aspire a cambiar su suerte.
Ello se parece a la prédica de ciertas religiones donde se exalta el sacrificio y el sufrimiento como signos de redención.
Se predica y enseña que venimos al mundo a padecer, a sufrir, y que debemos aceptar las condiciones de vida más adversas porque sacrificándonos de esa manera podemos alcanzar el cielo, la paz y la vida eterna.
Es parte del acondicionamiento, del engaño, para que el individuo se resigne a su suerte.
Por eso digo que estoy pendiente de que en algun momento alguno de los que están haciendo cine cambien de tema, a ver si podemos ver algo diferente, que nos pueda llevar a la conclusión de que estamos avanzando.
Porque a decir verdad, ya está bueno de miseria, de orilla, de marginalidad, de hogares paupérrimos y de arrables en tramas presentadas con actores cómicos y simpáticos.
Una forma que algunos consideran infalible, pero que está agotando el interés y la paciencia de mucha gente.

LUIS MIGUEL Y JUANES EN DOMINICANA


Saymon Díaz debe sentirse más que satisfecho con las 30 mil personas que se calcula edstuvieron en el Estadio Olímpico viendo a Luis Miguel.
Es una cantidad respetable, aunque no han faltado los que tenían como referencia las 50 mil personas que acoge el lugar.
Desde un principio se estableció que no era una meta llenar a toda capacidad el Olímpico, y la mejor demostración la tenemos en el hecho de que la tarima fue dispuesta de manera diferente a lo habitual, para concentrar la actuación del artista a la cantidad de público previamente estipulada.
Fue un éxito la presentación de Luis Miguel, tas un fin de semana largo, con asistencia masiva a los resorts que presentaban espectáculos como el de Merengue contra Bachata de Quepe Tours.
Pero además, un Luis Miguel con la competencia de Juanes en esta misma semana en el Palacio de los Deportes este sábado.
Y el colombiano ha tenido una aceptación tan grande, que se decidió abrir una presentación más el domingo, debido a que la función del sábado ya está vendida.
Como se puede ver, el ambiente del espectáculo en el país marcha "viento en papa", pese a los vaticinio y temores de los ''agoreros".

josephCáceres89@gmail.com

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