LUNA, SOBRE EL JARAGUA....

Es curioso observar como muchos cronistas de arte le huyen ''como el diablo a la cruz'' a los shows que se presentan en el Teatro Lafiesta del hotel Jaragua.

Usted los ve ''agachados'', tratando de no sentarse en las mesas, y aunque les mandan las invitaciones con acompañantes, ni locos invitan a ninguna fémina. Prefieren ir solos...

Mucha gente no ha reparado en ese detalle. Pero así como revelamos los secretos de los artistas, debemos para ser justos también decir los de los cronistas.

Lo que sucede es  El Jaragua tiene "los juegos pesados'' con los precios de las bebidas, los cuales no estan al alcance de los humildes muchachos que tienen que cubrir las actividades  del mundo social y artístico, dependiendo en la mayoría de los casos de un sueldo de miseria.

Aunque quisieran, no pueden "meterle el pico'' a esas bebidas de hoteles de cinco estrellas, porque se les iría el sueldito en una sentada.

Figúrense que  el precio de una botella de black label cuesta 4,000.00, una de Grey Goose en 5,500, y si la pide por trago, son a 450 cada uno.

Si se ''aloca'' porque, anda con una megadiva de las que beben Moet Chandon, la botella cuesta 6,800.

Pero si a la "mega" le da por ''picar algo'' y le enseña la carta de picaderas, es probable que escoja un chicharron de pollo con tostones que cuesta 1,700 pesos el servicio para dos personas.

Naturalmente, que hay servicio de ron a 500 pesos la botella, pero hace tiempo que los muchachos migraron hacia el whisky, los vinos, el vodka.

Claro está que hay gente del área de espectáculos que generan altos ingresos, pero esos son los menos.

No todo el mundo es un Carlos Batista Matos o un Zoila Puello, que son colegas "'caros... muy caros".

La mayoría de los cronistas son ''pobres...muy pobres", por lo  cual hay que entender la razón de que se vivan ''agachando" en el Jaragua.

Los muchachos no creen en eso de "luna sobre el Jaragua"...