EN LOS AÑOS SETENTA EN LA FARANDULA HABIA UNA COMPETENCIA INSOLITA: EL QUE LLEGARA CON LA MUJER MAS BONITA AL SHOW DE EL MAUNALOA.
Cuando el fenecido Freddy Gatón Arce, director de El Nacional, me asignó la cobertura de la fuente de arte y espectáculos ya se encontraban en el ambiente Mundito Espinal, el difunto Máximo Polanco Estrella, Emely Tueni, Adamilka Fabián, José Jiménez Belén, Fanny Santana, Miguel Hernández, Angela Ovalles.
Con todo y ello el grupo de cronistas de espectáculos era reducido.
No existía Acroarte, ni los premios Casandra, aunque en esos años surgió el premio El Dorado, creado por Polanco Estrella y patrocinado por Bermúdez.
El Maunaloa era un local pequeño que se ''reventaba'' cada vez que presentaban una figura internacional, que tenía bailables con una orquesta en vivo.
No existían las megadivas, pero si habían unas vedettes, y bailarinas de autentica belleza, sin cirugías ni liposucciones, como tampoco existía el sida.
No habían los problemas ni los peligros de ahora, por lo cual el andar ''brincando la tablita'' con las mujeres de la época era una especie de deporte, en tiempos en que se podía disfrutar a plenitud la vida nocturna.
Mundito Espinal y Máximo Polanco eran los auténticos reyes de las mujeres hermosas del medio.
Se puede decir que tenían una colección entre las que estaban Mayra El Ciclón, Facelys Domínguez, así como las más hermosas bailarinas de Gladys Martínez y sus Bombones.
Ir al Maunaloa acompañado de una mujer hermosa era algo proverbial, un hobbie, lo que llevó a Máximo y a Mundito a echar una competencia.
Apostaban a quien llevara la mujer más bonita a ver el show.
Los camareros del Maunaloa, Fello Suberví, y algunos asiduos visitantes eran los jurados secretos que votaban y hacían la selección de la mujer más bonita, sin que estas muchas veces se percataran de que estaban en un certámen de belleza.
Unas veces ganaba Máximo, pero otras veces ganaba Mundito.
El caso es que como había entrado al medio con mucha fuerza, con la plataforma de El Nacional, con la columna Arte Nacional convertida en un bastión, a Máximo se le ocurrió que yo participara en el desafío.
Me retó a que entrara en competencia con ellos para ver si le ganaba llevando la acompañante más bonita.
Tremenda vaina me estaba echando, yo un muchacho nuevo en el medio, sin las relaciones que tenían ellos.
Andando en una guaguita Honda LN que se llamaba Titina, mientras ellos manejaban flamantes vehículos y con sus programas de radio bien ''pegados''.
Yo lo que tenía era una sección que se llamaba Arte Nacional en Radio en el programa De todo un Poco de Mundito, por la cual este me pagaba 100 pesos mensuales.
Pensé que Máximo lo que buscaba era humillarme...
Pero como nunca he barajado pleito, acepté el reto.
Le dije que la noche del viernes se iba a ver quién iba a llevar la mujer más bonita al Maunaloa, ''donde tenía que ser'', como decía el eslogan de Jesús Torres Tejeda.
UN NOVATO COMPITIENDO CON LOS LEONES
El desafío se regó como pólvora en los mentideros artísticos y faranduleros...
Mientras tanto, me estaba rompiendo la cabeza buscándole salida al asunto, pues quería competir con dignidad frente a esos leones que estaban en franca ventaja frente a mí que era un novato.
Lo cierto es que me había metido en camiza de once varas..pero pa' lante.
Fui repasando mentalmente mis amigas, entre ellas algunas bonitas, pero no tenían el nivel como para competir con una de esas mujeres de Máximo y Mundito.
Qué hago?, pensaba, y le seguía dando mente al asunto, hasta que !chanfle!. Dí con la solución...
Venía por ahí el concurso de Miss República Dominicana con la participación de candidatas de todas las provincias.
Como les conté en una ocasión anterior, acostumbraba a publicar una página diaria con una candidata diferente, hasta agotar todas las provincias.
!Voy a llevar al Maunaloa a la candidata más bonita!, me dije. A joder a otro...pensé.
La de Santiago era una muchacha monumental, hermosa, fina, inteligente, con todas las posibilidades de llegar a ser reina.
Ni tonto ni perezoso me le apersoné y le conté lo que estaba sucediendo.
Le dije en la competencia que estaba, y que la única que me podía ayudar a ganar era ella...
Que ella lo que tenía que hacer era acompañarme a ver un show en El Maunaloa.
Que lo viera como un juego, pero a la vez, como una especie de prueba, pues el ganar la competencia de El Maunaloa, sería un plebiscito de lo que sucedería en el Concurso Nacional de Belleza
Cuando le dije así se le ''prendió el bombillito" y aceptó de inmediato. Bingo!.
SE PARARON LAS AGUAS
El viernes en la noche fui a buscar a la candidada al sector de Los Prados. Estaba lindísima, con un maquillaje y un vestido radiante.
Aquel mujerón entró con dificultad en mi pequeña guaguita,pues no le cabían ni las piernas.
Pero la entré como Dios pudo y tomamos rumbo al Maunaloa.
Los competidores ya habían llegado con sus flamantes acompañantes...De vez en cuando miraban hacia la puerta de entrada para ver si yo llegaba, muy seguros de que me iban a humillar, pues no sabían ni por asomo la jugada que había hecho.
Y efectivamente, cuando llegué con mi reina tomada de la mano al Maunaloa se pararon las aguas...No hubo para nadie...Máximo se quedó con la boca abierta por el asombro, mientras yo muy orondo procedí a sentarme en la mesa que tenía reservada con aquella portentosa mujer. Diablo, carajo!. Escuché una exclamación en una mesa cercana.
No pude evitar una sonrisita maliciosa sintiendo que todos los ojos estaban sobre mí...
Al poco rato me pasaron la servilleta donde el jurado secreto había emitido su votación.
Fue unánime, la acompañante de Joseph Cáceres era la ganadora....
Pero todavía queda algo que contar...
SI NO FUERA POR ESOS COCTELITOS....
En esos tiempos no existía la cultura del vino ni del whisky
Lo que aquí se bebía era romo....En todos los lugares de diversión lo que se veía en la mesa eran servicios de Brugal, Bermúdez, Barceló y Siboney.
Los promotores estaban en sus aguas, andando de mesa en mesa.
Nosotros estabamos tomando cuba libre con limón, mientras conversabamos de manera muy animada.
Al tercer cuba libre le dije, '' Pero ven acá, ya que estamos aquí, aunque estemos en una especie de farsa, vamos a bailar un merenguito, chica.''
La muchacha aceptó gustosamente, y no bailamos uno, sino varios merenguitos con la orquesta de Héctor de León.
Nos sentamos y seguimos tomando cuba libre y poniendonos alegres.
Me dí cuenta de que el Brugal estaba haciendo su efecto, pues al quinto cuba libre me dijo que yo no era bonito, pero que le resulta muy simpático y muy gracioso...
Al sexto cuba libre ya me veía ''cariñoso'', ''agradable'', ''muy tierno'', ''elegante''...
Pues para no cansarles el cuento en el octavo cuba libre, Leonardo Dicrapio era ''un chivito'' comparado conmigo.
A esa altura ya estabamos bailando en un mosaico muy abrazaditos..
Lo que empezó como un juego, terminó con un final espectacular...
Ella fue mi reina , mi dulce reina....No importa que el reinado haya sido construido sobre un castillo de Brugal.
O acaso Brugal no es ''pasarla bien'', como dice el eslogan?.
FOTOS: 1.-En la redacción de El Nacional con la vieja Olivetti. De eso hacen 35 años...qué quieren?. Era un niño...
2.- Máximo Polanco Estrella
3.- Ay, el Maunaloa de aquellos tiempos.
4.- Cuba libre de Brugal?. Bueno, ya ustedes saben lo que dicen del que bebe Brugal. La pobre...
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Dios mio que historia tan entretenida , tan divertida y tan interesante, lo que me reido de buena gana y lo mas chulo, fue real ;)
ResponderEliminareso me recuerdo el comercial de barcelo de agua lluvia cuando se levanta el hembron que en aquel tiempo era un cuarto bate esa tipa...............
ResponderEliminarC'est pas vrai!!
ResponderEliminarA la verdad que eres una cura. No soporto la risa
Me imagino que estos son avances de tu libro de memorias, Joseph. La he gozado como no te imaginas, por la manera en que tienes de narrar los hechos, y la sinceridad con que tratas el tema en esos tiempos. Yo no habia nacido cuando eso,pero me encantan esas anecdotas.
ResponderEliminarY lo grande del cuento que no se ha dicho es que la tipa llego tambien a ser reina. O sea se cumplio el plebiscito.
ResponderEliminarYO ERA MUSICO EN EL MAUNALOA Y RECUERDO EL CAN QUE HUBO, PUES HECTOR SE LA PASO BUFEANDO A MAXIMO.
ResponderEliminarEsa reina hoy es abuela. Si vieran las hijas, muy lindas. Una trabaja en Codetel y otra en Banco del Progreso.
ResponderEliminarpero porfa, digan quien es la reina esa, que me mata la curiosidad.
ResponderEliminarCarmen Rosa Arredondo.....que pasa Jseph,publicalo,oeres u,soy yo quen lo dice....
ResponderEliminarUn hermoso recuerdo. Muchas gracias Joseph Cáceres por recordar y escribir sobre nuestro padre.
ResponderEliminarMe emocionó leerte y revivir esos tiempos. Tiempos muy diferentes.
Wow, ese era mi papa. Gracias Por la historia.
ResponderEliminarMaximo Eduardo Polanco Kunhardt