En muchas ciudades existen locutores que no estan ejerciendo su profesión, porque personas que no tienen la preparación para ser comunicadores radiales, se han montado en el tren del desplazamiento, ocupando lugares que les corresponden a hombres y mujeres verdaderamente con la vocación, dedicación y capacidad para desempeñar el trabajo de locutor {maestro del buen decir.}
Y no son pocos los que han asaltado los medios, enviando a sus casas a gente que por años exibieron un buen desempeño con prestancia como profesionales de la comunicación, en las emisoras donde ofrecieron sus servicios.
Es justo demandar de Acroarte cual es la razón por la que no toman en cuenta a la clase locutoril para su premiación, ya que solamente toman en cuenta a los que actuan en televisión.
Esa premiación pierde credibilidad al dejar de lado a una gran mayoría de locutores que tienen una muy bien ganada reputación en el ejercicio de su trabajo.
Debo decir, en honor a la verdad, que muchos de los ensamblados poseen buen desempeño, no todos, pero no estan autorizados para ser locutores, ni acreditados por ninguna institución creada para esos fines, el hecho de que alguien tenga conocimiento de medicina, no le da autoridad de ser doctor.
En mi caso particular, me estoy comiendo los libros desde muy temprena edad, y eso no quiere decir que yo sea un escritor, aunque tengo sobrado material para construir un libro sobre locución y cultura general.
El círculo de locutores dominicanos, la asociación de locutores de Santiago, Acroarte, los diferentes gremios periodísticos, y el director de la escuela nacional de locución en Santo Domingo, República Dominicana, Juan Nova Ramírez, deberían plantearse seriamente este azote que sopla vientos tempestuosos no solamente en el plano nacional, sino tambien en el extranjero. Una cumbre sobre el tema sería muy interesante.
La gente decente, en su gran mayoría, ha dejado de escuchar radio, y con esto no estoy diciendo que los escuchas de hoy no sean decente, me refiero al pobre criterio de creer que todo el mundo está dispuesto a soportar malas palabras, relajos de doble sentido, el uso incorrecto de la gramática, pero más aún, la radio se inventó con la finalidad de edificar y transmitir mensajes positivos y orientar a la población.
Ojalá y el gobierno se anime, por lo menos a adecentar y disciplinar a personas que se piensan que todo el mundo piensa igual que ellos, pensando que todo lo que le viene a la boca, se debe decir en el aire.
Una buena idea sería crear escuelas de capacitación para locutores, y de esa manera evitar el latrocinio y sustracción de vocaciones ajenas, que existen al por mayor y detalles.
El libro de Eclesiastés en el capítulo 10 verso 12 afirma algo para pensar y meditar profundamente, " Las palabras de la boca del sabio son llenas de gracia, mas los labios del necio causan su propia ruina".
Bendiciones,
Pastor: Antonio Regalado{Sócrates}
Amén.
ResponderEliminarAlpha
No entendi....................
ResponderEliminarAy si padrecito, tiene razón, pero no hay mayor motivación que las payolas que exigen para medio sonar un tema. Que se den por homenajeados. Ese es su $OBERANO.
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