Su provocación invasiva por más que se pretenda negar
no puede pasar desapercibida.
Por ello pienso que a estas alturas del juego cada quien debe atenerse a las consecuencias...
Un ligero movimiento de sus manos y de sus furtivos dedos
en el umbral del camino a la redención bastarían para consumar la acción y develar por entero la trama a lo Agatha Christie de la inefable Pamela.
Llegado a este momento se hace necesaria una breve pausa para preguntar qué prefieres tú.
Deseas que ella continue la acción y consumar su arrebato, o prefieres el suspenso y detener la trama para viajar en brazos de la imaginación?
Tú decides....Ser o no ser, he ahí el dilema a lo Hamlet.
La decisión es toda tuya, con la observación indeclinable de que ella hace lo que tú digas, justo cuando se encuentra en el porche del divino templo de Afrodita.
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Diablos, qué tipo que escribe este, carajo.
ResponderEliminarQue lenguaje mas subliminal. Te felicito, eres un maestro del lenguaje Joseph. Te lo dice Fernando,ex compañero tuyo de bachillerato.
YO ME CONFORMO CON IMAGINARLA, PORQUE SI SE LOS QUITA YA ACABA TODO.
ResponderEliminarSon todos una partida de morbosos..
ResponderEliminarAyyyyyy!!! Yoly.
ResponderEliminarLa morbosidad es un interés malsano y te aseguro que no hay nada de enfermizo en nuestro interés por la belleza de la mujer; sino todo lo contrario.
Alpha