viernes, 3 de abril de 2009



Cuando Sonia Silvestre inició su presentación la semana pasada en el Maunaloa, en el show de Cuquín Victoria, entró sumamente desentonada.
Esa no es la Sonia Silvestre que yo conozco?, dije en la mesa donde estaban otros periodistas, los cuales estuvieron de acuerdo conmigo.

Así estuvo en la segunda canción, pero ya en la tercera las cosas cambiaron, y así también lo hice saber.

Qué sucedió?. Sencillamente que la artista no había "calentado". Los cantantes en la mayoría de los casos son como los carros por la mañana, que tienen que ser calentados  para que cojan la marcha en que se van a desplazar.

Pero para ponerlo más cercano  les sucede lo mismo que a muchos sonidistas, que en la tercera canción es que encuentran el balance requerido.

Igual sucede con los saxofonistas y trompetistas, que cuando comienzan a tocar en un ambiente frío, requieren también de la calentadita para poner "chulear" bien la embocadura del instrumento.

Son detalles que es necesario conocer, aunque usted no sea músico. Lo digo porque hay mucha gente en la crónica de arte que no repara en esos detalles, que tienen mucho que ver con la situación interna que se da hacia adentro en los shows y espectáculos.

Es lo que lleva a los que cantan al trago de whisky o  de coñac para calentar las cuerdas antes de un show.

También usan otros  líquidos, a veces hasta por maña, creencia o capricho, pero con similar propósito.

Igual sucede en el teatro, donde a veces los actores al principio no han entrado en situación con el personaje y a medida en que avanza el desarrollo  es que logran acoplar con las líneas motrices.

Sólo aquellos que tienen técnica  son los que antes de entrar a escena logran posesionarse del personaje mediante el recurso de concentración y los ejercicios de relajamiento, para lo cual se toman previamente su tiempo en camerino.

No es lo mismo que un actor esté en una chercha tras bastidores esperando  su turno de entrar a escena, que aquel que esta en relajamiento en su camerino esperando lo mismo, para desde el primer instante entrar caracterizado al escenario.

Pienso que si muchos colegas se dedicaran a estudiar a fondo los secretos e interioridades del mundo del espectáculo, pudieran profundizar más en sus análisis y críticas, para que las mismas no sean a veces tan superficiales.

FOTO: Sonia Silvestre


3 comentarios:

  1. por este y por otros tantos comentarios con respecto a lo que arte se refiere seguire admirando a mi amigo joseph caseres cuanta sapiensa al momento de emitir cualquier juicio, todo lo que ha dicho con respecto a los cantantesy musicos es una realidad que deberian saber algunos pelafutanes con nombre y titulos de periodista que andan pululando por todo el pais. palante joseph que tu eres de los buenos.

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  2. Yo no se si es verdad, pero supuestamente a Doña Sonia no le gusta que le pongan ni una gota de efecto en el microfono; el efecto viene siendo el equivalente a una yagua cuando uno se desliza en una gramita, es decir suaviza y proyecta la voz de una forma más comoda por decirlo de alguna manera. En los tiempos de antes no habia, pero si hay que hacer uso de los recursos tecnológicos para sonar mejor, hagalo sin pensarlo dos veces porque las montras cantantes del mundo entero lo hacen. Las coristas hacen las partes altas de los temas, bajan tonos o semi tonos en los conciertos en vivo... es cuestión de allante y movimiento.

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  3. La primera vez que noté una gran baja en la voz de nuestra mejor cantante fue cuando acompañó a Serrat por allá en Junio del 2001. Siempre la he seguido y se nota mucha la diferencia. Hay otros que milagrosamente conservan su voz intacta, del patio tenemos el caso de Fausto Rey o el Viejo Camboy; de los merengueros ninguno. De Puerto Rico A Danny Rivera, La Sophy y otros. Y tampoco se ponen viejos.

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