EL DUEÑO DE LAS NOCHES

Por Johnny Arrendel

Una cosa es indiscutible, Symon Mercedes es el dueño indiscutible de las noches al frente del programa Fidelity Nocturno por la estación 94.1 FM.

Domina la audiencia en practicamente todos las categorías de público, incluyendo los jóvenes veinteañeros y adolescentes, a pesar del auge las nuevas técnologias.

Fidelity y Symon ponen de manifiesto que al importantizar el factor humano, la radio y otros medios pueden hacer frente a los ipod, celulares modernos y a las redes sociales como Facebook, Twitter, My-space y Sónico.

Aunque los medios de este tiempo permiten hacer amistades, flirtear, compartir fotos, informaciones, videos y escuchar música seleccionada, entre múltiples opciones, Symon despliega la magia que mantiene un inmenso conglomerado colgado de la radio, fijo en esa frecuencia.

De esta manera, el internet es un amigo o más bien un aliado de los medios que reinaban antes de su irrupción y expansión.

Si no es que tiene estudios académicos en la materia, la verdad es que Symon Mercedes debería ser catalogado como el mejor psicólogo empírico que interactúa en los medios del país.

Mientras muchas personas acceden a sus consejos mediante contactos telefónicos o por correo electrónico, otra cantidad inmensa se mantiene pendiente de este laboratorio social, que permite conocer aspectos interesantísimos de la naturaleza humana.

Ahora que el joven locutor se ha reintegrado al programa, luego de unos días de vaciones, los seguidores del espacio no dudan en expresar su satisfacción.

Incluso, salió a relucir la opinión de una jovencita que  escribió en un articulo, que en ausencia de Symon, las mismas canciones en la misma estación no tenían igual sentido ni sonoridad para la audiencia de Fidelity Nocturno.

RACISMO O PREJUICIO?

Por cierto, recuerdo que el profesor Euclídes Gutierrez Féliz siempre nos insistía a sus alumnos de Historia 0-11, en el Colegio Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que en este país nunca ha existido el racismo.

Para la época, el hoy fenecido José Francisco Peña Gómez, encabezaba el partido político más grande de entonces, y Gutierrez Féliz apuntaba que ese hecho demostraba por sí solo la ausencia de discriminación racial aquí.

Explicaba que en una sociedad verdaderamente racista sería imposible que un negro como Peña se codeara de igual a igual con las élites económicas, sociales y politicas.

Sostenía que lo que prevalece en la sociedad criolla es un fuerte prejucio racial que lleva a los dominicanos a recelar de las personas de piel más oscura, pero sólo hasta que notan que el señalado es una persona de dinero, poder o talento fuera de lo corriente, porque de inmediato comienzan a verlo más claro.

Esto viene a cuento porque en Fidelity Nocturno quienes en la sección “Corazones Solitarios”, buscan contactar con fines amorosos a personas del sexo opuesto, prefieren diversas caracteristicas en cuanto a profesión, interéses, talla, tamaño y otras, pero casi la totalidad coinciden en querer socializar con gente de piel blanca o al menos clara.

Al mismo tiempo, casi todos se autodefiene como chicos y chicas “indios claros”, “de piel canela” o “achocolatada”, y ninguno admite ser negro.

En fin, que con racismo o prejucio, el caso es que entre los criollos hay una tendencia marcada a infravalorar las caracteristicas fenotípicas propias del negro