EL NUEVO JUMBO

La Avenida Luperón se está convirtiendo en una especie de Flager en Miami, a juzgar por la cantidad de grandes tiendas que se han establecido en la misma. Desde Almacenes Unidos, Sema, La Gran Vía, La Innovación, la recién inaugurada Jumbo, la tienda más grande del país, y por ahí viene también un ''almacenazo'' de La Sirena de espectaculares dimensiones, cuyo local está en fase de terminación.

Una vía de compras que compite ya con cualquier otra zona de la capital en materia de adquirir artículos y productos de todo género en un mismo local.

Lo de Jumbo es impresionante. Figurense, es tan amplio, que posee un área general de 22 mil metros cuadrados, con 14 mil de tienda, mil 108 empleados directos e indirectos, que maneja un surtido de 174, 555 artículos diferentes en sus góndolas, de los cuales 3,120 son productos nuevos.

Por cierto, la gente de Jumbo, que son los mismos dueños de Supermercados Nacional y la Despensa, han lanzado tres tipos de establecimientos del mismo género, cada uno para un blanco de público diferente. Es decir, que tienen presencia en todos los sectores sociales con sus diferentes marcas.

UNA MONSTRUOSIDAD DE TIENDA

El que quiera saber si este país sigue

avanzando que se de vuelta para ver esta monstruosidad que le transportará a cualquier gran almacén del mundo.

Dicho sea de paso, reafirma la vocación comercial de los españoles que desde que llegaron al país fueron los responsables de instalar los negocios (los González Cuesta se iniciaron con un colmado hace 70 años) que luego se convirtieron en los grandes almacenes, en los importadores, concesionarios de automóviles, y en los últimos años en el negocio de la hotelería.

Los españoles y los árabes, que se adueñaron de calles, como la Avenida Mella, han sido siempre el gran soporte de la economía dominicana, con sus negocios e inversiones, su determinación, agresividad y competividad en el mercado, y su peculiar manera de aprovechar al máximo el potencial del país en todos los órdenes.

Mientras muchos dominicanos están ''agachados", y no mueven un centavo dizque para ver qué sucede, los descendientes de los españoles siguen haciendo grandes inversiones. No le paran a nadie ni a nada. No andan lamentándose por crisis alguna, sino que aprovechan cada  situación para descubrir nuevas oportunidades y continuar en su expansión.

ESO VIENE DE RAZA

Si muchos dominicanos poseyeran esa mentalidad.

Pero, eso viene de raza. La única expansión que le encanta  muchos comerciantes dominicanos es comprarse el último Mercedes, una mansión en el Naco, una casa playera en Cap Cana, una villa en Casa de Campo, tener una querida o una megadiva cara, muy cara.

 

No estaría completa la norma si no gasta un dineral en los restaurantes y bares de moda, viajes a Miami, cruceros, y después cuando se le cae el negocio y llegan los tiempos malos, echarle la culpa a la situación económica por su desgracia.

Que me perdonen los que puedan molestarse con esta visión fatalista, que dicho sea de paso, no es un concepto generalizado, pero en el estudio del comportamiento humano y el por qué de las cosas, se arriba a veces a conclusiones muy patéticas y penosas.