Las elecciones del Círculo de Locutores Dominicanos se celebran este sábado, y se tiene a Miguel Ortega como una línea segura para ganarlas.
Se confía en que Ortega logre rescatar la asociación de locutores, que en los últimos años ha decaído de una manera sorprendente, al punto de que parecería que ya no existiera.
Llama sin embargo la atención el discurso de campaña que enarboló Miguel Ortega en el sentido de que ‘’será una prioridad” de su gestión el luchar contra la vulgaridad del lenguaje en la radio y la televisión.
Así lo titularon los periódicos como el Listín Diario y la revista MasVIP. ”Miguel Ortega: Vamos a Enfrentar la Vulgaridad en la Radio”.
Es decir, que su máxima prioridad es enfrentar a los locutores y gente que en la radio y la televisón hace mal uso del lenguaje.
Muy loable en su intención, pero no creemos que una entidad como el Círculo de Locutores sea la que deba asumir el papel de censor que ni siquiera la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía ha podido sostener. Están todos “‘agachados”‘cobrando sus sueldos porque cada vez que toman una medida, se las repudian y acusan a la entidad de obsoleta, que se rige por un reglamento dictatorial y trujillista.
El pronunciamiento del amigo Ortega se presta a confusión, porque no puede ser posible que en vez de hacer planteamientos en favor de la clase locutoril, lo que se proponga es tomar ”un chucho” para castigar a los que hagan mal uso del lenguaje.
Eso lo puede incluir como parte de su lucha, pero no lo puede asumir como lo prioritario en su mandato, en el que debería estar en primer plano la mejora en el salario de la mayoría de los locutores que ganan sueldos de miseria en emisoras de alta facturación.
Esa si debería ser una prioridad de Ortega y su equipo.
Los locutores musicales son los que promueven a los cantantes de bachata, de merengue, de balada, de reggaetón, contribuyendo a que muchos de ellos se hagan famosos y millonarios, sin que su condición de vida cambie.
Por el contrario, en muchos medios los atacan y los menosprecian acusándolos de payoleros, cuando se sabe que son a veces los mismos dueños de emisoras los que están cobrando por ”la tocada” y la promoción de los discos, la cual se realiza mediante las famosa pautas, que hoy en día hasta se encuentras computarizadas, para que nadie invente con ellas.
Lo curioso es que todos aquellos que la emprenden en contra de los locutores, son los primeros que figuran en listas de políticos, de oficinas del gobierno, asociaciones y empresas donde cobran igualas y sueldos ”por debajo de la mesa”, que si se puede considerar una verdadera payola.
Se repite el caso de las prostitutas, que solo se ataca a las de las calles…
Pero volviendo a Miguel Ortega, pienso que su enfoque forma parte de la distorsión y la concepción errada que a veces se tiene de las metas.
Pero no vayan a creer que el caso de Ortega es único con eso de priorizar el tema de la vulgaridad en los medios.
Cuando quien les escribe llegó a la presidencia de la Asociación de Cronistas de Arte se encontró que en los estatutos de la institución se establecía que “Acroarte había sido creado para defender a los artistas dominicanos”.
En la asamblea para modificar los estatutos fue lo primero que nos llevamos.
Quién ha dicho que tenemos tenemos que asumir la defensa de los artistas, cuando primero deben estar los cronistas?.
De qué está Amucaba, entonces?.
Es para que vean, que dondequiera ‘’se cuecen habas
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NIURKA BAEZ,
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