Por Johnny Arrendel
Quien se maneja en un ámbito cualquiera deberá tener presente siempre que los rangos se respetan.también, del mismo modo que quien está posicionado alega que: “no discute con rockies (novatos) porque pertenezco a las Grandes Ligas”.
De estas maneras se deja expresado claramente que cada cual debe saber con quien está en condiciones de discutir de tú a tú.
La atribución que se tomó Cesar Duvernay de tratar de enmendarle la plana al secretario general del Partido de la Liberación Dominicana, de gobierno, resulta una impertinencia inaceptable.
Hay un entuerto previo, colocar a Héctor Olivo en condición de subordinado ante un Consejo que integra Duvernay para que allí decidieran su suerte no fue la mejor decisión.
Amén de su condición de profesional reputado y de larga data en los medios, Olivo es nada más y nada menos que titular de la Secretaría de Comunicaciones del PLD, una especie de miembro ad-hod del Comité Político de esa organización.
Ese órgano ejecutivo lo encabeza Leonel Fernández, presidente de la República y del partido morado, secundado por Pared Pérez, en función de secretario general, lo que les da calidad de voceros partidarios.
Por el peso especifico de Olivo en la sociedad de la comunicación, su jerarquía política y respeto que infunde su trayectoria honesta, el asunto de su sustitución como director de la televisora estatal, un paso normal en lo absoluto, debió manejarse de modo más elegante.
Precisamente eso fue lo que precisó Pared Pérez desde su condición de vocero del PLD, organización con la que Duvernay nada tiene que ver y por tanto debió respetar sus protocolos.
Está claro que como columnista Duvernay está en el derecho de abordar cualquier tipo de análisis. Solo que en este caso no resulta ético porque justamente él forma parte del conflicto en virtud de integrar la directiva de CERTV.
Pero si es impropia la actitud del advenedizo funcionario. Definitivamente groseros son los términos de “aspaventosa y berrinchera” con que califica la iniciativa solidaria e institucional de Pared Pérez. En actitud de perdonavidas, y con una seguridad afrentosa, César Duvernay llega al extremo de mostrarse “preocupado” en vista de que estas alegadas conductas manifiestas del secretario morado retrasarían una eventual designación en otro cargo que a manera de compensación estaría destinada para Olivo.
Es mucha desfachatez e insolencia, y entendemos que debería ser desautorizado por los mismos que le promovieron.
Bueeno no he leido el comentario que dio origen a éste pero....¿"aspaventoso y bochinchero"? a Reynaldo Pared? bueno seguro que recibirá su respuesta pues ahí hay menudo para devolver....se coló este chismecito "polifarandulero"
ResponderEliminarMariposa de H
Joseph, creo que el amigo Arrendel debería debatir y ventilar su fervor político en otro lugar, no en esta columna. Muy insípida su intervención. Arrendel, Si hoy no tenías nada que escribir entonces lo entendemos.
ResponderEliminarNo es ROCkies, es ROOkies.
ResponderEliminarHay que revisar antes de publicar.
De acuerdo con el anónimo anterior. Es preciso revisar, no cabe dudas. Lo instantaneo de las nuevas tecnologías nos hace relajar las normas a veces. Sin embargo, debo decir que la expresión está entrecomillada, es decir que es una cita, aunque sea supuesta.
ResponderEliminarj. Arrendel.
Es verdad Arrendel, no meta política en la columna. Aquí buscamos liberarnos de esa vaina y ahora quiere usted meterla aquí ?
ResponderEliminarNueva vez de acuerdo con el anterior. Pero ahora la observación es que debemos reconocer que Olivo es fundamentalmente una figura de la comunicación, y se trata del canal del Estado.
ResponderEliminar