TITO SWING
El público que se desplazó hacia Bávaro llenó por completo la amplia sala del Barceló Convention Center en la celebración del Merengue Sound que se extendió hasta entrada la madrugada, con la actuación de Tito Swing, Toño Rosario y Héctor Acosta.
Con una sala abarrotada de gente a toda capacidad, Tito Swing tenía el compromiso de dejar satisfechos a muchos que estaban pendientes de su desempeño.
Sobre todo luego del reto que había lanzado a Toño Rosario, de quien dijo fungía como ”un relleno” en la cartelera, siendo que era él quien iba más forzado, debido a su carenciado repertorio.
Lo primero que llamó la atención de la participación de el señor del ‘’swing” es que El Concierto de Aranjuez es el tema que ha escogido como preambulo para la apertura de su actuación, lo cual retrata el carácter pretencioso de este nuevo personaje de la música.
Tito Swing muestra como un cangrejo bailaría su tema El Café
Con apenas un tema éxito Tito se vio precisado a hacer malabares para mantener el interés de la gente.
Y cuando hablamos de que tuvo que hacer malabares no es por un decir, porque el controversial mambero ciertamente hizo actos de verdadero malabarismo escénico, desde ejecutar espectaculares saltos acrobáticos, hasta mostrar como un cangrejo bailaría su tema El Café.
Tito empleó toda suerte de recursos para llamar la atención y provocar el interés del público.
No solo satirizó sino que también satanizó a toda la gente del merengue urbano echando agua al piso por cada uno de ellos, y hasta se tomó la licencia de rendirle un homenaje a Johnny Ventura argumentando que este es el merenguero de calle que más admira, lo cual fue considerado por algunos como un atrevimiento.
La parte de mayor osadía en la actuación de Tito Swing fue cuando quiso hacer demostración de que es capaz de tocar diferentes instrumentos, lo cual si bien pudo sorprender a algunos ingenuos, necesariamente había que asumirlo como parte de su show.
En fin, que tito Swing cumplió con aquello de que “bailé, brincó y se despatilló”.
El Merengue Sound le permitió más que nada demostrar que es un personaje que ha llegado al medio dipuesto a llamar la atención y a mantenerse a base de truculencias que van más allá de las que empleaba Tutile en otros tiempos, el cual siempre aprovecha cualquier evento multitudinario para tratar de robarse el show, ya sea vistiendo pampers de niños o con un traje de novia.
Y aunque muchos le celebran sus ocurrencias y lo asumen como un personaje simpático y divertido, no faltan los ortodoxos y psicorígidos a los cuales el personaje no le hace ninguna gracia.
TOÑO ROSARIO
Toño Rosario tiene un magnetismo especial que provoca el interés de la gente. Su sola aparición en el escenario fue suficiente para provocar que la pista se llenara de gente que se colocó frente a la tarima para verlo de cerca y aplaudir cada una de sus interpretaciones.
Siendo el artista de más larga data de todos los que ofertaba la cartelera, su repertorio de éxitos a diferencia de Tito Swing le permitió un desplazamiento cómodo durante toda su actuación.
Y como era de suponer y de esperar, de ninguna manera podía dejar de llamar la atención con lo que siempre suele hacerlo: su vestuario.
Qué piensan? Que solo Tito Swing es el que se asume como un carácter en el tinglado de nuestas figuras de la música?. Toño Rosario es también un personaje, solo que a diferencia de otros parece extraido del capítulo de una serie de ciencia ficción.
Toño es el papá de los personajes de la música, cuya trilogía ahora se completa, aparte de Tulile, con Tito Swing. Y el que no lo crea quizas puede que se esté tomando el asunto muy en serio, y no en la chercha en que ha devenido el arte popular y la música en la República Dominicana, que como se puede verificar en gran medida se reduce a puro bufeo.
Pero bien, lo cierto es que lo esencial hoy en día no se circunscribe a la música, sino al arte de entretener a la gente, cada quien en su estilo.
O acaso no es a eso a lo que apela Anthony Rios con sus anécdotas, historias y cuentos cuando está en el escenario?.
El éxito de Anthony no radica solo en las emblemáticas canciones que posee en su singular repertorio, sino también en el estilo que ha desarrollado como artífice de un ”talk-show” que en muchos casos ocupa más espacio que las mismas interpretaciones.
Pero volviendo a la presencia de Toño, imposible sería concebirlo ya sin las truculencias y los esteticismos que le confieren singularidad e identidad en el medio, las cuales no distan mucho de las que un día descubrió Sergio Vargas cuando se le ocurrió protestar por el arreglo de las calles de Villa Altagracia.
Para el caso es lo mismo ”el peinado” de Toño que ”el despeinado” de Sergio. Cuál es la diferencia?. En todo caso sólo habría que hacer el experimento de soltarle las trenzas a Toño para ver su cabeza similar a la de Sergio.
Esto nos lleva a los linderos de un análisis más profundo que oportunamente expondremos de cómo el arte popular se nutre de los más diversos y variados caracteres, cada quien acomodando su personaje a su tipología y peculiaridades.
En un escenario, con solo Toño pasearse de un lado a otro, como si estuviera desfilando por una pasarela, es ya motivo de halaraca y gozo, lo cual evidencia que sabe muy articular esos recursos con los cuales tiene la capacidad de llamar facilmente la atención.
HÉCTOR ACOSTA
Héctor Acosta fue sin duda la atracción más esperada de la noche. Le correspondió cerrar el Merengue Sound y su entrada a escena se prolongó más de la cuenta debido a que por coincidencia se produjeron fallas técnicas que obligaron a una urgente reparación del sistema de sonido.
Luego de haber concluido la actuación de Toño el sonido se echó a perder y hubo hasta que movilizar y cambiar de lugar el sistema de sonido y los altoparlantes, lo que obligó a posponer la actuación de Héctor y su orquesta.
El salón se mantuvo lleno, lo cual llevó a que algunos periodistas bromearan señalando lo que eventualmente hubiera ocurrido si el del cierre hubiese sido Tito Swing.
Los cierres en eventos multitudinarios cuando se extienden a horas de la madrugada suelen ser peligrosos porque el artista agarra al público agotado, poniendo resistencia a todo lo que se le haga.
Pero en el caso de Héctor, resultaba difícil que la gente se marchara y por ello se mantuvo bailando y coreando su repertorio de merengues y de bachatas.
Y aunque se trataba de un espectáculo de merengue, imposible concebir que el Torito estuviera ahí solo haciendo sus éxitos en ese género, cuando el público en gran medida le ha dado aceptación como bachatero.
Ello supone por demás una ventaja, un valor agregado, que le dan a su participación un extra que otros no tienen.
Intervenir al público con un repertorio bipartito de géneros musicales a base de canciones que han sido éxito le basta al Torito para provocar la necesaria identificación con el público, sin necesidad de truculencias ni de efectos especiales.
A lo más que llega Héctor Acosta en cuanto al empleo de recursos de animación es a plantear la competencia entre aguiluchos y liceistas en una época en que hace tiempo que pasó la temporada de beisbol invernal, lo cual la hace ver como desfasada y extemporánea.
Pero El Torito ha asumido esa rivalidad para todo el año, todas las épocas, la cual viene repitiendo en todos sus bailes, con lo cual en gran medida hace causa común con su amigo Rubby Pérez, a quien nadie le hace abandonar el recurso de ”arriba la mano, que hagan una bulla y el agacha, agáchate”‘, que viene arrastrando desde la época en que era cantante de Wilfrido Vargas.
Por lo demás, al margen del mencionado cliché de animación, la de Héctor Acosta es una orquesta respetable en un escenario, y ello se puso nueva vez de manifiesto merced a los recursos sonoros y los colores que son capaces de recrear cuando se trata de hacer ostentación de capacidad interpretativa y ejecución en una tarima.
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NIURKA BAEZ,
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