NI TANTO HUELE LA FLOR...
Todo depende de a quien le sucedan las cosas…
A la cantante Alicia Keys le ocurrió en una ocasion que se ''abrochó'' una comida antes de subir al escernario a cantar, y en plena actuación le comenzaron unos eruptos que hasta se escuchaban por las bocinas captadas por el micrófono cuando cantaba.
Ella misma lo cuenta como algo gracioso:
"En una ocasión tuve que comer justo antes de subirme al escenario, y tuve que disimular mis eruptos lejos del micrófono. Fue muy divertido".
Por eso es que Luis Miguel no come antes de subir a cantar, porque a ese sí que no le gusta una situación tan embarazosa.
Aquí se vio cuando vino al anfirteatro de Altos de Chavón, que le buscaron a un chef para que le hiciera la cena en la villa en que estaba alojado en Casa de Campo.
Solo le dio una mordida a la rica comida y dijo que se la ''guardaran pa' pola'' porque tenía que ir a cantar.
Total, que si se la hubiese comido como hizo Alicia Keys, y tiene eruptos, a lo major tampoco le dicen nada y se lo encuentran ''gracioso''.
Claro, se trata de Luis Miguel y de Alicia Keys, porque si eso le ocurre aquí a Fefita la Grande o a la Exclusiva de la Bachata después de comerse un mangú con longaniza de seguro que las ''acaban''.
Solo hay que recordar la difamada que le dieron a una cantante de la denominada música alternativa que entró al baño del camerino de un canal de television donde actuaba.
Cuando salió de allí dijeron que ''contaminó el ambiente'' y la desacreditaron.
“Tan bonito que canta y tan feo que….’’, fue de lo poco que se escuchó decir ''por abajito por el bajito''.
Todo ello da una idea de hasta donde los artistas deben cuidarse, pero a la vez plantea el hecho cierto de que dependiendo de su fama, popularidad y posición social, le perdonarán o condenarán su comportamiento y sus actitudes como ser humano.
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NIURKA BAEZ,
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