lunes, 21 de junio de 2010







De locutores y maestros de ceremonia


Bueno, lobito, con solo escucharte hablar con esa voz engolada, pronunciando todas las ''s'', no tienes que decirle a nadie que eres locutor. Piensas que te has ganado el derecho de que en la radio los demás te digan ''colega''...
Eso te lo dio la escuela, con la amiga Marisol a la cabeza, lo cual es valorable, porque hay que enseñar con las reglas básicas. Pero, ahora te toca aligerar, dosificar, moldear y adaptar todo a los criterios pragmáticos del lenguaje de este tiempo.


En la Escuela de Locución se le enseña al estudiante a pronunciar todas las ‘’s’’ y se les imponen patrones establecidos apegados al mayor rigor tradicional y convencional.
Las prácticas de los famosos ‘’pases’’ de micrófono a la usanza de la antigua Voz Dominicana en la transmisión de actos oficiales, con un estilo heráldico, encajonado, formal, cargado de  expresiones gandielocuentes y de un formalismo tan perfeccionista que  raya en lo molestoso.


Las maestrías de ceremonia, exageradamente  altisonantes en el lenguaje, laudatorias, donde se exaltan virtudes y cualidades para hacer sentir bien al jefe o dueño, en el mejor estilo de Osvaldo Cepeda y Cepeda.
Es lo más parecido a las fiestas quinceañeras o a los reinados, donde la  homenajeada es elevada a rango de princesa, con dotes celestiales y angelicales fuera de toda lógica, aunque la carajita sea ''más fea que el diablo''.
Pero, hay que hacerla sentir ''como una reina'', porque asi quieren y para eso pagan los padres...


Lo primero  que debe hacer el graduado de locutor, desde que sale de la escuela, para insertarse en el medio, es aprender a romper las reglas.
La escuela te enseña las reglas, pero luego debes aprender a romperlas...Pero eso hay que hacerlo con criterio.


No creo en los locutores ni en la gente que habla pronunciando con intensidad todas las ‘’s’’, porque el ''seseo'' exagerado es horrible...Fíjate en los doblajes de películas que hacen los españoles, que son insufribles.
No es que te ''comas'' las ''eses'', lobito, sino que aprendas a absorberlas...
Cuando las absorbes están ahí, de manera tenue, y puedes articular las palabras sin que parezca que has ''comido espaguetis'', como se dice popularmente. Así puedes hablar corretamente, pero de manera más ligera.


En cuanto a la maestría de ceremonia, no siempre todas deben regirse por el patrón rígido del formalismo, como si se hubiera muerto alguien.
En lo posible es preferible usar un lenguaje ligero, ‘’light’’, coloquial, sin expresiones rebuscadas de esas que algunos maestros de ceremonia emplean para lucirse en actos donde otros son los protagonistas.
Se sabe que son maestros del buen hablar y el buen decir, pero en modo alguno ello le da patente de corso para que estén en un afán permanente por robarse el show, cuando ellos no han sido contratados para eso.


Hay unos viejos lobos de la maestría de ceremonia que lamentablemente se manejan con un cliché, un fomato pre-establecido que viene de mucho tiempo atrás, y por ello en todos los actos siempre dicen lo mismo, con ligeros cambios en el guión ''memorizado'' de antemano de tanto que lo han usado.


Cuidate de eso, lobito...En modo alguno te planteo que seas un chabacano, pero debes regirte por las normas y los criterios modernos de la comunicación.
Ya no estamos en los tiempos del eslogan  aquel que identificaba con una voz ''ombligofónica'' a La Voz Dominicana, y que Jochy Santos recrea  con regularidad en su programa: “’Por la libertad y solidaridad de America, transmite la Voz Dominicana’’.

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NIURKA BAEZ,
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