Joseph Cáceres

DESTAPANDO LAS TAPAS

El Patio Lounge de José Alberto "El Canario" ofrece un ambiente muy entretenido los domingos, con la música del grupo Faena y toda la gente que se da cita en el lugar.


El Canario tiene diseminados instrumentos musicales alrededor de la barra, como maracas, guiros, que cuando la gente que se siente inspirada por el ritmo, toca y baila.


El lugar cuenta con buenas atenciones, buen servicio, precios competitivos en los tragos y la oferta incluye de manera regular un 2X1 en todas las bebidas.


José Alberto  nos dijo que se siente muy satisfecho con la acogida que ha tenido su negocio, pues el público le ha dado muy buen respaldo.


Hay sin embargo, una queja.
La calidad y el precio de las "picaderas" o "tapas" que sirven deja mucho que desear.
Muy bien anunciada en la carta, pero deficiente en los servicios y a precios que no se compadecen con lo que se ofrece.


Las tapas de los montaditos de queso manchego, jamón serrano y croquetas de cangrejo se reduce a una porción tan pequeñas que ni siquiera alcanza para una persona,  por la que cobran 400 pesos.
Realmente no vale la pena. Diferente a las bandejas de serrano y manchego de Cigarro Café, que son proverbiales por su calidad, cantidad y menor precio.

Como siempre investigamos el por qué de las cosas, nos dimos cuenta que el lounge de El Canario no tiene una cocineta, ni una tabla para cortar quesos, y todo lo que es comestible lo ordenan al restaurante La Atarazana, que está al lado, y hacen "patio con patio".


Como se podrán imaginar, La Atarazana le vende al bar de El Canario probablemente a su precio de lista, y este a su vez se lo traspasa, incluyendo la ganancia del sitio al cliente, porque de otra manera no saldrían esas tapas tan caras.


El Canario debería articular sus propios servicios de tapas y abandonar la practica de pedirlas a La Atarazana, que dicho sea de paso, hace tiempo que se salió de la competencia.