domingo, 6 de junio de 2010




PONIENDO LA BOCA EN BOCA MARINA


Boca Marina es uno de los restaurantes de mejor ambiente y oferta gastronómica que se pueda aquí encontrar.


Durante mucho tiempo fuimos habituales visitantes del Neptuno, que al igual que Boca Marina, está construido sobre espigones que posibilitan el que los clientes se encuentren sobre una plataforma marina, propiamente dicho.


De Neptuno siempre me ha gustado su cazuela de mariscos, que tanto le encanta de igual modo a Julio Iglesias, pero además el detalle de que cuando hemos ido de pasadía con amigos que poseen botes, nos permitían colocarlo en el atracadero, de manera que llegábamos al lugar y nos íbamos por vía marítima.


Además, Rita nos permitía colocar una mesa en un lugar sobre el mar, donde a nadie más se lo aceptaban. Son privilegios que se ganan algunos clientes.


Pero, con todo y las bondades de Neptuno, como restaurant ''premiun'' de alto nivel en su oferta gastronómica, de repente uno se siente atraído por la variedad del vecino Boca Marina, con su ambientación rústica de puerto marinero, sus camareros vestidos de blanco y el ambiente distendido que se da, sobre todo los domingos, donde la gente hace su pasadía en sus instalaciones.


Tienen una paella marinera que supera con creces en presentación,  calidad de productos y sabor a muchas otras de establecimientos afamados.


Porque a decir verdad, en algunos lugares, que luego voy a mencionar, usted paga por una paella que no pasa de ser un simple locrio casero.


El azafrán es uno de los ingredientes más caros para sazonar una paella, y aquí hay lugares que ni remotamente emplean un par de flequitos para darle el toque especial  que requiere ese plato.


Boca Marina pasa la prueba con su paella, pero no así con su carta de postres. No es posible que usted pida en un lugar tan caro una macedonia de frutas y le digan que solo tienen piña.


Sugiero adem'as que se le preste  un poco más de atención a la carta de vinos. Usted pide un Santa Rita Reserva Chardonay, que figura en la carta, pero no lo tienen y le ofertan el Sauvignon Blanc, que tiene el mismo precio, pero por un tema de gustos y preferencias del momento, no satisface los requerimientos del comensal.


Algo que deberían por otro lado corregir es la lentitud que a veces exhiben los camareros. Uno entiende que un domingo hay un tráfico y una demanda muy fuerte, con todo el establecimiento lleno de clientes, pero no deberían perderse en los detalles.


Es imperdonable que el cliente tenga a veces que servirse él mismo el vino, o que tenga que hacer más señas que un catcher para que le vuelvan a servir de la paella.


Con todo y ello, mantengo a Boca Marina, como uno de mis restaurantes preferidos.

5 comentarios:

  1. muh muh muh que rico comer paella y disfrutar de es aviente .don joseph inviteme que me gusta la comida buena.vamos a comer paella

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  2. Ofrezzzzcome "cuanta vida como dice el negrito de Villa"...Buen provecho que al que Dios se lo dio San Pedro se lo bendiga...Que paradojas tiene la vida,a mi lo que me toco hoy dicho de manera fina:Un locrio medio humedo de encefalo de arenque,adornado con unas croquetas o torrejas hechas con trozitos de salami sin mallita;con un coctel hecho con la pulpa de naranjas agrias cosechadas del patio.

    EL LINDAZO.

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  3. lindazo pero tu comes muy bien locrio de arenque melo como tambien me gusta.ese salami tiene savor a caballo.

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  4. Querido/a anonimo! el maestro Caceres puede testimoniar que tambien la carne de caballo es una carne preciada en algunos paises,osea que siempre y cuando ese salami no sea hecho con carne de "los potros del caballo,sigue siendo degustable,ji,ji...Lo que hay es que cuidarse de que cuando uno se coma un "pipian" no le metan a uno "perro por chivo"...ayyyy!mamasiiita!


    EL LINDAZO.

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  5. y que cuesta la paella en boca marina para 2 personas?

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NIURKA BAEZ,
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