sábado, 10 de julio de 2010




Un guardián mal educado


En una ocasión Elenita  estaba participando en un ensayo que se estaba efectuando en el auditorio de Bellas Artes.
No existía el Teatro Nacional y la sala principal era la de Bellas artes, donde se iba a presentar un concierto con la participación de varios artistas clasicos.
Al finalizar la parte que le correspondía, Elenita se dispuso a marcharse hacia su casa.
Salio al pasillo lateral del auditorio,  que estaba sumamente oscuro, con las luces apagadas.
Estaba desoriendada debido a la poca visivilidad en el lugar.
Se fue caminando casi a tientas, y en el trayecto se encontró con un guardian que estaba de servicio.
-Señor, por favor, dígame por donde encuentro el camino a la salida- le dijo Elenita al guardia.
Pero este no le contestó y se quedó callado.
-Señor, dígame por donde encuentro la salida-pregunta de nuevo, sin que el hombre le dé respuesta.
-Usted si es indecente. No se apure, que lo voy a reportar- le dijo Elenita enojada y emprendió la marcha, como pudo, en busca de la salida, en un edificio que como el Palacio de Bellas Artes, tiene muchos pasadizos y salones.
Cuando por fin encontró luz al final del túnel,  se dirigió directamente a la oficina del director a dar la queja de la ignorada que le había  hecho el guardian,  comportándose de una manera tan grosera, sin importarle que se trataba de  una dama.
El director ordenó una investigación, y mandó a buscar al guardian que había sido tan poco caballero.
Los empleados  enviados por el director llegaron hasta el lugar donde estaba el guardian.
Pero, oh sopresa...cuando encendieron las luces  se encontraron conque el  guardian no era más que  la réplica de una estatua de David que habia en el pasillo, y que Elenita en la oscuridad habia confundido.
Con razón la ignoraron!

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NIURKA BAEZ,
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