martes, 6 de julio de 2010


Y aquí estoy, !por pechú!


Hemos arribado sin darnos cuenta a un nuevo capítulo, justo cuando el árbitro ha marcado ‘’tiempo’’.
Al mirar hacia atrás se asombra uno de en tan breve tiempo haber escrito lo que algunos consideran un tratado que resume gran parte de la historia del arte popular dominicano de los últimos 40 años.
No ha sido nuestra intención. Sencillamente hemos articulado un trabajo donde a cada cosa hemos tratado de darle nuestro ‘’sazón’’, utilizando condimentos auténticos, y rehuyendo de los productos artificiales que se venden en el mercado.
Cuando el tema llega a nuestras manos no podemos limitarnos a tratarlo ‘’en blanco y negro’’. Tenemos que llevarlo a nuestro estilo, desmenuzarlo, ver qué hay dentro, al momento de plantearlo.
En una palabra, analizarlo, que es uno de los elementos que le confieren singularidad y particularidad a nuestra página y al trabajo que hacemos.
Es lo que nos caracteriza, lo cual basamos en nuestra experiencia y conocimiento de campo, detalle este que se convierte en una especie de ‘’valor agregado’’, el ‘’plus’’ que nos permite transitar por diferentes temas, siempre aportando el  ‘’bonus extra’’ que tanto nuestra gente aprecia, y que por razones obvias no se encuentran en otra parte.
Y al decir esto en modo alguno queremos parecer arrogante, sino dejar claro que hay detalles, que marcan la diferencia, que corresponden al cúmulo de vivencias que hemos experimentado en el día a día de la comunicación y el arte.
Llegado a este punto debo reiterar que erroneamente algunos piensan que ello lo proporciona la edad, cuando está claramente establecido que el conocimiento ni la experiencia necesariamente tienen que ver  con eso, pues hay gente en el medio con más edad  que, ‘’ni fu ni fa’’.
Hemos rechazado infinidad de propuestas de promocion publicitaria, porque no se ajustan a nuestras exigencias ni requerimientos.
Tampoco hemos dejado que se nos mida en base a un rasero de comparaciones tarifarias y negocios en los que entran otras páginas.
Entendemos que cada quien es libre de poner precio a su trabajo, y gracias a Dios nuestra gestora de negocios se mueve en estamentos y mercados que nos ha permitido no tener que doblegarnos y  caer en el juego de ''dar todo por batata''.
El cielo puede esperar, siempre he pensado
La penetración de nuestra página obra el milagro de que hasta de fuera los anuncios nos llegan solos, gracias a las mediciones que  algunas agencias hacen para comprobar la cantidad de entradas que tenemos.


Pero sobre todo resaltamos el trabajo de María Estévez, nuestra gestora de negocios, lo que aquí se conoce como  ‘’vendedora’’ .
Al arribar a este tiempo, no excento de dificultades y uno que otro percance técnico, queremos expresar la gran satisfacción que sentimos de haber podido condensar en esta página la necesidad de información, entretenimiento ligero, y de análisis de nuestros lectores en cualquier parte del mundo.
La parte chispeante, de vacilón, las alegorías, caricaturas, las pinceladas humorísticas, obeden al hecho de que no todo debe ser ‘’quirófano’’. Es seguro que muchos lo entenderán...

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NIURKA BAEZ,
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