ROBERTO GOMEZ |
"La muerte no me preocupa. Sólo me da curiosidad. Tiene que llegarnos a todos. Pienso a diario en ella", declaró el comediante de 81 años al diario chileno La Tercera. "Es la súper incógnita: qué va a pasar. Me angustia, pero no demasiado. Creo que no pasa nada terrible".
Lo que sí le preocupa al comediante es lo que pasará con sus hijos y esposa, Florinda Meza, a quien algunas personas cercanas a la familia tachan de ser engreída , envidiosa y manipuladora con el actor.
"Eso es incontrolable. Yo sólo les he dicho:‘ojalá sigan actuando bien’. No seré responsable de lo que pasé con ellos después de mi muerte".
Y sobre su estado de salud y la sordera en el oído derecho, el mexicano aseguró que ha tenido que lidiar constantemente con los achaques de la vejez y confesó que ha empezado a recobrar su movilidad tras un problema cerebral que sufrió el año pasado.
"Ya superé el hecho de que no podía caminar ni levantarme. Todos mis problemas son físicos, aunque no muy fuertes ni mortales, pero sí son latosos”. El creador de El Chavo del 8 afirmó también que piensa que su final está cerca, pero algo que desearía poder hacer antes de morir es terminar un libro sobre fútbol que está escribiendo y que coincidencialmente se llama Adiós amigo.(People)
“Confío en que ojalá lo pueda sacar porque sé que puedo vivir cinco a seis años más. Ahí me despido del fútbol, mi gran pasión”.
Si ella (Florinda) es así, entonces tuvo mucho que ver con los problemas que hubo en el elenco. Si es envidiosa, y como dijo Quico, no pasó nunca de se una segunda en México, o algo así, entonces cabe analizar que ella, si maneja a su esposo, tuvo mucho que ver con los líos entre el grupo. Una mujer manipuladora es peor que Hitler rodeado de todos los hijos de su madre que le acompañaban.
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