LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

EL CATA

El Cata ha querido explicar la situación en que se ha visto envuelto en Puerto Rico, y que ha generado un conflicto, luego de que decidiera retirarse  durante una actuacón.

Dice que fue contratado por Robert Moronta de la empresa Robert Foto Digital Sound para una actuación en San Juan, y creyendo en su palabra viajó a la isla sin firmar contrato.

“El contrato que le enviamos nunca fue devuelto firmado, pero creyendo en su palabra de hombre decidimos acudir al compromiso adquirido por respeto al público”, dijo el artista.
Y añade:  “Los problemas comenzaron cuando no apareció la reservación de hotel para  mi manager,  además de que al llegar al lugar establecido para los ensayos me encontré con la sorpresa de que no existía, por lo que tuve que hacerlo en la parte trasera de las oficinas de Moronta”.
El Cata explicó que al  ensayo no se presentaron los coristas ni las bailarinas, por lo que acudieron a la presentación sin haber ensayado.
“No obstante a todo esto, del 50 por ciento del pago que se me debía entregar antes de subir al escenario solo se me entregó  una parte y aún así subí para no quedar mal, pero al ver que la orquesta no respondía, por respeto al público y a mí decidí bajar”, aclaró Cata.

EL CATA

He aquí un ejemplo de lo que un artista nunca debe hacer, y de lo que un manager tampoco debe aceptar.

Cómo es posible que  El Cata haya viajado a Puerto Rico sin tener un  contrato firmado que le ampare, donde se establezcan requisitos y condiciones, como las del ensayo, camerino, alojamiento y facilidades para su personal, aparte de las suyas?.

Pero, !lo increíble!, sin el pago completo del restante 50 por ciento del valor del contrato.

Qué ingenuo es el Cata...Por eso es que digo que algunos managers de aquí no son más que muchachos de mandados, porque cosas así no se permite que sucedan.

Un artista auténtico no sale de su país a pasar trabajo ni a perder la verguenza en el extranjero. Por eso es que los artistas internacionales depuran los empresarios que los contratan y plantean muchas exigencias para no exponerse a situaciones indeseadas con ciertos marchantes.

Aunque después de todo el culpable no es el empresario Robert Moronta, sino el mismo Cata, que se permitía esa licencia, lo me sorprende, porque si hay un exponente de la música urbana comparón y hasta engreído, luego de que Pitbull y Shakira le grabaron, ese es el Cata.

Evidencia con lo que hizo que estaba loquito por viajar a Puerto Rico, sin medir las consecuencias ni los riesgos de su acción.

Aunque, pensándolo bien, el empresario que llevó al Cata a Puerto Rico, probablemente conoce las condiciones en que muchos de los raperos criollos trabajan aquí y por eso le faltó el respeto.

Para nadie es un secreto que aquí la mayoría actúa en cars wash, discotecas de tigueres y locales de arrabales teniendo por camerino una letrina.