Hay gente que se equivoca y piensa que el mundo solo está de este lado... y no saben lo que se pierden. Por ejemplo, recibir la ternura, el cariño de una japonesa. Una mujer que por cultura y tradición la educaron para estar al servicio del hombre. A tal punto, que en las calles tenían que caminar detrás del marido, nunca al lado suyo. Naturamente, que eso ha cambiado. Pero todavía esos vestigios quedan, de japonesitas tratando a los hombres como si fueran sus emperadores, sus amos, dándolo todo, con mucha dulzura. No es casual que Juan Luis se haya inspirado para componer "Una Bachata en Fukuoka". Con el permiso de Nora y la Pastora...Qué Fukuoka!...no en Baní, tenía que ser en Fukuoka!.
Esto parece una menor .... cuiado ahí
ResponderEliminarDisque las japonesas lo tienen chiquito, por eso no se afeitan ni se depilan para que se vean grande.
ResponderEliminarLa Vaca Loca.
SR CACERES, parece que sus lectores se estan portando mal y usted lo castigo, esa mujer parece un VOMITO.,,,,,,y que conste yo como mujer no dejo de reconocer cuando otra se ve bien....
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