Joseph Cáceres

PELANDO BIEN EL PLATANO

En nuestro camerino indiscreto, vamos a continuar abordando temas de esos que nadie trata y que se tienen en la sociedad como tabú.

La ignorancia y pruritos morales ancestrales, se han encargado de satanizar y estigmatizar situaciones sencillas de la vida diaria, confiriendole a las mismas una connotación perniciosa y pecaminosa.

Tan es así que la vieja moral de la educación hogareña concebía como un pecado ciertos hechos normales, y obligaba a la muchacha de la casa a confesarle sus deslices al cura en la misa del domingo para que este señor, encerrado en el confesionario, le absolviera del pecado.

Imaginense,que hasta brechar a las muchachas bañándose en el rio era un "pecado".

No ombe no, no seas tú pendejo...y que perdonen los que van a misa y se confiesan.

Pues vamos de inmediato a nuestras disquisiciones indiscretas...

VENYA

Hay mujeres bonitas, muy bonitas, pero que no saben pelar un plátano ni freir un huevo.

Y el que quiera tenerlas, lo primero que debe tener presente es que  no están preparadas para labores hogareñas.

Conozco una pareja que cuando no tienen servicio, el tiene que cocinar, fregar, lavar y suapear el piso, mientras ella ve telenovelas.

Y los artistas no escapan a esos detalles.

Imaginense a Venya Carolina cuando era la compañera de Fernando Villalona.

Aunque en la casa había servidumbre, visualizarían ustedes a Venya asumiendo labores hogareñas con Fernando, en caso de que falle el servicio?. Habría que filmar una saga de Misión Imposible con ese caso.

A veces las mujeres de este tiempo no son capaces de ejecutar las labores más sencillas, como esas que menciono de pelar un plátano, pues muchas inexpertas se llevan gran parte de la masa al quitar la cáscara.

Nada más pendejo que comprar bien caro un plátano barahonero, y que tu mujer al pelarlo lo covierta en un platanito cibaeño. Como también nada resulta más frustratorio que comprar un huevo grande Grado A y que tu mujer al freirlo lo haga todo arrugado, duro y quemado por los lados, por no saber la “técnica” de tirarlo en el sartén, obligándote a comer un desayuno de preso.

  PERO CON COCO...

Pero hay mujeres que ni siquiera saben lavar sus panties, una prenda íntima tan diminuta como los colaless de hoy en día. Diferentes a los panties de los años 50...tan grandes,  que se parecían al pantaloncillo que usa Supermán por encima de su traje de super héroe.

POCHI

Pochi Familia se llevó una vez a su gira de Suiza a su novia Pia. Y no era que uno quería escuchar las discusiones que se originaban en la pareja, pero por el tema del clima suizo no había en el hotel aire acondicionado y las ventanas de las habitaciones se mantenían abiertas. Uno escuchaba todo lo que decían en el cuarto de al lado, y hasta de noche los ruidos que hacían cuando fornicaban.

Y adivinen cuál era el tema de una pelea que tenía Pochi con su amante?. Que ella no era capaz de lavarle ni unos pantaloncillos.

El reclamaba y ella casi llorando le decía que no sabía hacer eso, imaginse usted.

Uno no sabe si se estaba “haciendose”, si sabía y no quería realmente lavarlos.

Es difícil de creer que una mujer que tiene que lavar sus panties cuando se los quita no sepa en verdad lavar un calzoncillo.

Aunque estamos hablando de la mujer dominicana, lo cual, quizás, en el caso de Pia no aplica, porque es argentina.

  PLEITOS DE PANTIES    

Siempre he creído, y así lo he dicho en otras ocasiones, que una de las mujeres más limpias es la dominicana, lo cual se puede apreciar en el hecho de que lavan sus panties, y se restriegan con ellos cuando se están bañando y no hay esponja.

El caso es que precisamente un tema de Pochi, titulado “El Pantie Negro”, que habla de que uno que le dejaron en la casa le trae recuerdos, es actualmente el que más le piden en los bailes, por la naturaleza, intrínseca, morbosa de la gente.

Todo ello puede que sea el  resultado de la experiencia y de las vivencias de Pochi, aunque en la discografia del canario Braulio, (el mismo que se dice fue novio Nuria Piera,  después de su romance con Jorge Taveras), se escuchó primero lo del pantie que dejó ella en la casa en "remojo", la verdad hay que decirla

Pero ellos lo dicen, lo cantan y no lo saben...

Ningún objeto de los que deja la mujer cuando se marcha es más “mortífero” y “peligroso” que unos panties negros, por el poder de seducción que ejercen.

Los “panties negros” ya son parte del fetiche.  Tienen magia, misterio....envuelven, halan, son más discretos al momento de los deslices y no tienen una doble identidad como Superman.

Son acérrimos enemigos del pantie rojo, un objeto escandaloso, que lo único que tiene en su haber es la salvaje provocación que ejerce en su llamado a la "violencia cuerpo a cuerpo".

No hay prenda más "desgraciada y maldita" que un pantie rojo “dao’ al diablo” o “dao’ al pecao”, porque a diferencia del “pantie negro”, que  sabe pelear “bajito” y que jode “por abajo”, el “escogidista”  te mata ahí mismo, sin mediar palabras. Lo suyo es "vamoaloquevinimo", en su lenguaje de "tiguere" inculto y salvaje.

Como pueden ver,  hasta en asuntos de panties hay que tener criterio.

No es casual que la industria le haya prestado tanta atención a esta prenda, y que marcas como Victoria Secret's hayan creado su estilo, confiriendoldes rasgos humanos como el del "carácter" y la "nobleza",  mercadeandolos con una parafernalia inducida por el consumismo.

Porque después de todo, más complicado a veces que acudir a una tienda a comprar un pantie para regalarle a la novia.

Claro, siempre y cuando ella no lo use como un simple "tapabocina."