Joseph Cáceres

SALUDOS EN TELEVISION

A todo el que está en la televisión le debe suceder lo mismo.

Familiares, amigos,  fanáticos y gente de la calle que se encuentra contigo te pide que le envíes un saludo desde el programa en que trabajas o en el que vas a actuar.

Te llenan a veces de papelitos que ellos mismos escriben, para que tú los saludes en televisión.

Y a veces no se conforman con poner el nombre de ellos, sino también el de la esposa, el hermano, el tío, la sobrina, el abuelo, el nieto y el de la vecina.

Y nada más cursi, por no decir ridículo que un cantante, comediante, presentador de programas enviando saludos a gente que nadie conoce.

Eso no es profesional. Emplear de ese modo el preciado tiempo de la televisión para enviar saluditos personales a desconocidos es una practica impropia, pues un medio masivo no debe ser usado como si fuera un teléfono, donde usted si puede saludar a Milqueya, a Juanita, a Patricia o  a Mayeya.

El saludo que usted da en la televisión solo le interesa a quien lo escucha y lo disfruta con la gente de su entorno. Pero a los millares que están frente a la pantalla le interesa eso?

Si es una personalidad conocida a la que se saluda, se admite el gesto de cortesía, como también si se trata de un caso de fuerza mayor, por ejemplo un enfermo o alguien postrado cuya última voluntad sería que su artista favorito le envíe un saludo.

Pero esto no debe ser una constante porque los saludos, aun sean de cortesía, no tienen que ver con el arte ni con lo que la gente quiere ver ni escuchar.

Ya ni en la radio moderna se usa ese recurso de estar saludando gente como una manera de congraciarse con los oyentes.

Todavía quedan programas que entre disco y disco se dedican a saludar colmadores, choferes, amas de casa, mecánicos, zapateros, que a nadie le importan.

Esa es una radio vieja, de los cincuenta y sesenta en la A.M. con Charlie Charlie, El Vetisún, Radhames Aracena, Cacao Méndez, Tito Campusano, Rafael Corporán, Rafael Gómez Acevedo y demás “reliquias”  que todavía andan por ahí con su voz "ombligofónica"

El recurso desfasado de los saludos no va  con estos tiempos, repito.

Creo que somos muchos los que no escuchamos esos programas que saludan a los grupos de borrachos que están en los colmadones bebiendo y creyendose que son "la gran pieza".