Joseph Cáceres

Bajos instintos

En los años noventa, la orquesta de Bonny Cepeda usaba una van para viajar por la isla de Puerto Rico a los lugares donde iban a tocar bailes.

El vehículo no solo le servía de transporte, sino también como motel ambulante, para usarlo con las mujeres vivarachas que van a las fiestas detrás de los músicos.

Aquí también había artistas, y todavía los hay, que emplean esos vehículos con los mismos fines.

Pero no solo las llamadas van y minivan se usaban para eso, sino también las propias oficinas.

Recuerdo que un popular merenguero con oficinas en un edificio de la Abrahan Lincoln, detrás de su despacho tenía un cuartito con un sofá cama...Ahí "arreglaba" algunas mujeres que le visitaban, con lo cual lograba una absoluta discreción.

Y es que las visitas de las damas podían considerarse como "asuntos de negocio", muy diferente a que las vieran entrando y saliendo de un motel.

SHARON STONE

En una publicitaria de la calle el Conde, había un cuartito donde un fogoso líder del PRD ya fallecido tiraba su "canita" al aire de vez en cuando y de cuando en vez, de manera muy discreta....

Todo esto lo decimos como introducción para llegar al tema de un "fenómeno" que tiene en la actualidad en su oficina un sofá cama.

El cree que "se la está comiendo" con algo que, como hemos dicho, es viejo.

El amigo en cuestión tiene una especie de oficina motel, con lo cual está afectando el negocio de los chinos de San Isidro, la entrada a Manoguayabo y los que están en Manresa.

Y claro está que nadie tiene derecho a inmiscuirse en eso. El problema está en como lo hace, porque en ese afan se está pasando de la raya.

No se puede negar que hay "algunas" que cuando van en procura de un espacio para montar un programa de  televisión, o en busca de trabajo, de antemano van sin panties para provocarlo, tratando de emular aquella célebre escena de la película Bajos Instintos  de 1992 con Sharon Stone cuando era interrogada por la policía.

Pero usted al parecer se ha creido que todas son iguales.

Hay mujeres casadas, jóvenes bien educadas, que tienen todo el deseo de superarse, a las que usted tiene que tratar con decencia y consideración.

La semana pasada hubo que convencer a una joven locutora de que no le denunciara, como usted se merece, amigo, porque se pasó de la raya.

Evitese problemas con los padres, los novios y los maridos de algunas mujeres con las que se propasa y ofende.

Se evidencia desbordado, como si la locura a usted le ha cogido con eso.

De no corregir ese comportamiento afrentoso y grosero, tendrá que prepararse para enfrentar las consecuencias.

No diga luego que no se lo advertimos....

Aunque no quiera ponerse el sombrero, el mismo está justo a la medida de su calenturienta y morbosa cabeza...