Joseph Cáceres

 Merengala en la sociedad de la comunicación

Por Johnny Arrendel

Los arquitectos, necesariamente, tienen que sentirse satisfechos al pasar por calles y avenidas y contemplar alguno de sus diseños plasmado en la construcción de edificios y otros tipos de obras civiles.

Si los artistas en las modalidades populares y clásicas sueñan con la gloria, es indiscutible que disfrutan que las gente acudan a los centros donde se presentan, que se deleiten con su música y consuman en general su arte.

Del mismo modo, creo que todo periodista siente satisfacción al percibir que sus opiniones e informaciones llegan al público a través de las publicaciones.

Es evidente que el soporte papel va en desuso, pero siempre es agradable ver el nombre de uno impreso en letras de molde, calzando algún articulo o noticia.

Paradójicamente, siempre fui poco dado a recortar mis escritos.

Ahora, con los medios digitales en auge, es también satisfactorio integrar un plantel como el de Merengala.

Me sorprendió la receptividad de Joseph Cáceres al acoger las  primeras colaboraciones enviadas, y una vez posicionado en este rol, resultó fácil comprender que tenía al alcance la vía más idónea para tratar temas de comunicación, arte e identidad, entre otros.

Y es que Joseph Cáceres es por sí mismo una marca muy sólida en la comunicación. Por eso no sorprende el estatus que alcanza Merengala de manera progresiva. El avance es indetenible, y lo que se dice por aquí repercute, sin dudas.

Informaciones, orientaciones, interpretaciones a fondo de los hechos cotidianos y hasta humor que al leer provoca carcajearse al punto de llamar la atención de nuestros hijos y otros parientes en la casa.

Pero lo más importante, es que por su incidencia, este medio es ya factor que contribuye al cambio positivo en diversos renglones de nuestra sociedad.