Joseph Cáceres

Kiss, una emisora para "besarle los pies"

Ta' fuerte!

Algo que hago siempre cuando voy a otros países es visitar sus plantas de televisión y emisoras de radio.

En Madrid se asombra uno del mundo de posibilidades de Antena 3 en su local y lo mismo se puede decir de MBC de Corea del Sur, donde los estudios tienen en su interior desde restaurantes, canchas de tenis, de baloncesto y todo lo necesario para realizar programas desde su mismo local.

Ni que decir de TV Globo de Brasil, y así sucesivamente.

Aquí, en el pequeño país, nos fuimos de nuevo delante con la tecnología HD.

Pero, no todo es modernismo y avance en otras partes.

En Estados Unidos, una nación tan grande,  rica y poderosa, apena ver todavía en algunos estados estaciones de radio con equipos descontinuados, sobre todo las de A.M. que allí todavía tienen vigencina.

Y lo mismo ocurre en departamentos y provincias de algunas naciones suramericanas.

Hay emisoras de radio que dan pena, si se comparan con las que aquí hay en el país.

Por ejemplo Kiss 94.9 se puede decir que es la radiemisora más moderna del país en cuanto a tecnología y sistema, debido a que cuenta con equipos de última generación, un software que es el más avanzado, además de una estructura y un diseño  muy de este tiempo. Aprovechando el hecho de que es la de más reciente instalación han buscado los más actualizados programas, con "featurings", que otras estaciones, también modernas, todavía no poseen.

La programan desde cualquier parte donde se encuentre el director, y la casa suplidora de equipos la monitorea y repara desde sus talleres y laboratorios  en ultramar , vía internet, sin necesidad de venir aquí.

Marino Vázquez se la "comió" con esa estación que ha provocado la visita de otros radiodifusores que han ido a verla para tomar "punta", como se dice popularmente.

Una estación como Kiss está muy avanzada en esta media isla, y muchos años luz de emisoras con las que uno se encuentra en pueblos de Colombia y Argentina, naciones con un desarrollo mayor que el nuestro.

Pena debe dar esas consolas antiguas y esos platos que ni para "comer" sirven".

Pero hay que ver con "el gusto" que  esos locutores de "voz ombligofónica" trabajan con esas "chatarras".