viernes, 11 de noviembre de 2011



De Roberto Angel Salcedo podrán decir lo que quieran, sobre sus películas y montajes teatrales, pero nadie podrá negar que ha tomado el comando de los fines de semana, realizando las entrevistas más chsipeantes y desplegadas por la prensa, por la habilidad y agilidad que pone de relieve con sus invitados.
Ello, naturalmente, favorece ampliamente a su programa "Más Roberto", pues las declaraciones de sus entrevistados alimentan las páginas de los periódicos, de la  internet y los programas de farándula de la  radio y la televisión.
Hay cosas que no se pueden obviar porque están a la vista de todos. 
Y que conste, que no formamos parte del grupo que le hace relaciones públicas a él ni a su padre, como tampoco a ninguno de esos programas de los que se publican cosas intrascendentes.
Hay que reconocer que luego del despliegue que se le da en la prensa a las entrevistas que hace Roberto Angel, todos los demás programas de televisión  de su género se han "puesto la pila", y procuran darle también cobertura a las suyas.
Ello ha sido favorable, porque otros colegas están, como se dice, ahora "picando", al ser llamados y encargados de realizar las notas de lo que ocurre en programas que no tenían servicio de prensa. 
En  lo que algunos  entrevistadores fallan, es que no tienen "la chispa", ni desarrollan la habilidad para lograr respuestas sobre temas que realmente interesan a la gente. 
Pienso que Roberto Angel aprendió eso de Domingo Bautista cuando estaba en "Perdone la Hora".
Hay entrevistadores que dejan que sus invitados "se sirvan con la cuchara grande", hablando solo  de lo que a ellos les conviene, o que utilizan las entrevistas solo para hacerse propaganda.
Quede claro, que en modo alguno sugerimos con esto que para lograr respuestas "calientes" se deba acorralar y faltar el respeto al entrevistado, como sucede con entrevistadores que no tienen tacto al formular sus preguntas. Lo que propician es un "duelo", o una especie de "juicio", donde el entrevistado es el "acusado".
Así no se vale. La gente le coge miedo a quienes así se comportan.
El periodismo "amarillista", como todos saben, es desechable, y es ya obsoleto, porque carece de credibilidad. 
El verdadero, no se sustenta en truculencias y es el que en verdad perdura...Lo decimos porque todavía existimos... 

1 comentario:

  1. Me censuraron el comentario porque dije que Joseph Caceres no le sacaba el guante a Robertico.

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NIURKA BAEZ,
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