En la década pasada surgieron tres grandes fenómenos de popularidad que acapararon la atención del público, alcanzando niveles de popularidad fuera de serie.
Por un lado, El Jefrey, con su impronta, abrevando de diferentes estilos de merengue clásico que le permitieron adueñarse de la radio y crear una corriente de público que le convirtieron en un ídolo de multitudes.
Curiosamente toda esa popularidad y capacidad de arrastre comenzó a desinflarse, y pronto se pudo ver que la burbuja no iba a durar mucho tiempo.
Los hechos no dejan mentir. Del Jeffrey de mediados de los años 2000 solo quedan "fotos y recuerdos". O no es así?
Por otro lado, en el mambo de la calle emergió Julián Oro Duro, que al igual que el Jeffrey vino desde los Estados Unidos a plantar bandera a la Patria, convirtiéndose por igual también en un fenómeno de popularidad.
"El gago", que no lo es cuando canta, popularizó el llamado "mambo de Julián," atronando por todas partes con su estilo barrial y callejero.
Julián era tan fuerte, que hasta apareció una mambera con el nombre de Juliana, que en sus primeros años se aprovechó de su fama con la llamada "tiradera", lanzándole indirectas y tratando de generar una rivalidad que solo a ella convenía. La clásica actitud parasitaria que con frecuencia se da en el arte donde figuras emergentes, son adiestradas e instruidas para que ataquen que en interés de acelerar el proceso de ascenso, atacan al líder en interés de llamar la atención y de provocar alguna reacción. Si el líder cae en el gancho, se deja provocar y responde, inmediatamente eleva a su nivel al chiquito que está abajo. Por eso es que se dice que hay pleitos que no se echan, porque solo convienen al contrario.
No en vano la Cerveza Presidente no responde los ataques de Brahma y deja que sea Bohemia la que eche el pleito por ella.
El líder nunca se arriesga, hay que dejar que las tropas hagan la pelea.
Pero siguiendo con Julián, la popularidad de este mambero también duró poco. La aparición de Omega debilitó su base de sustentación, pues fue atacado en su propio terreno.
El Fuerte demostró que era verdaderamente fuerte, al destronar a Julián de su sitial y sacarlo de circulación, como se ha visto, para elevarse él a niveles como ningún otro exponente del género lo ha logrado.
Lo de Omega, como todos saben fue apoteósico en su tiempo.
Pero, como dicen los versos de Antonio Machado convertidos en canción por Joan Manuel Serrat: "Todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino, camino sobre la mar".
La estrella de Omega comenzó a perder brillo y a descender del cielo, sin que él mismo se diera cuenta, embelesado y embebido con el nectar de la fama y la fortuna que suele ser tan traicionero con el que viene de abajo.
Se olvidan con fecuencia que el público es un "cuero" que se va con "el que le pague la salida"y se acuesta con cualquiera sin ningún rubor ni pena.
Ya se lo hicieron a Pochy Familia, cuando lo dejaron caer desde lo más alto de la mata como todo un "coco" de la Coco Band.
Son ejemplo de artistas que en la última década han tenido la oportunidad de casarse con la floria y celebrar bodas de oro y de plata.
Pero el mundo anda hoy día demasiado rápido, y ya aquello de los matrimonios por la Iglesia con su "hasta que la muerte los separe" es parte de una rigidez ortodoxa de tiempos pasados.
Sobre todo, desde que se inventaron los "divorcios al vapor".
Por el único que lamento que halla pasado todo eso es por "Oro Sólido", por los demás me alegro por su forma de ser megalómano sin base de sustentación. Pero sobre todo por el Jeffrey, con su estilo de HORMOSERSUAIS metío en el closed, es un ser despreciable y para colmo -que es una locura- se pone a darle apollo a esa mafia de facinerosos del PLD, craso yerro.El que se dedica a entretener no debe de ligar política con arte, llámese Jonnhy, llámese Torito, llámese Fernando.
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