Ahora que han vuelto los calendarios de mujeres con traseros procesados con silicona y otros materiales sintéticos, que no pueden acercarse a donde haya fuego, se nos ocurre irnos al pasado. Al año 2004 para refugiarnos en esta foto del calendario de Sharmin Díaz, en tiempos en que la obra de Dios y la naturaleza todavía no habían sido intervenidas ni adulteradas por los implantes de Mia Cepeda. Era la vida "wild". ¡Qué cosa más bella!
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fooooo que bajo a habichuela con dulce jajajajajajaja
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